La enfermedad celiaca o celiaquía es una enfermedad sistémica de base inmunológica causada por la ingesta de gluten y otras proteínas afines, que afecta a personas con predisposición genética.

Se trata de un trastorno sistémico porque la enfermedad no afecta únicamente al aparato digestivo, sino que cualquier otra función del organismo puede verse alterada. Es habitual que existan problemas reumatológicos, endocrinos, neurológicos, psiquiátricos, dermatológicos o reproductivos, que de hecho son más frecuentes que los síntomas puramente intestinales.

Se dice que tiene una base inmunológica porque el sistema inmunitario reacciona de manera inadecuada cuando detecta gluten en el intestino. Es decir, el gluten presente en los alimentos, al llegar al intestino delgado, desencadena una reacción inflamatoria y autoinmune que daña la pared intestinal, llegando a destruir las vellosidades intestinales, y que puede tener consecuencias más allá del intestino. Por tanto, la enfermedad celíaca no debe ser considerada una mera intolerancia, pues las intolerancias alimentarias carecen de una base inmunológica.

Aproximadamente el 30% de la población tiene predisposición genética a la enfermedad celíaca, ya que posee al menos una de las variantes genéticas de riesgo: HLA-DQ2 o HLA-DQ8. Sin embargo, la enfermedad celíaca afecta, en promedio, al 1% de la población. Las personas que no tienen predisposición genética tienen una probabilidad casi nula de desarrollar la enfermedad celíaca.

Es la enfermedad intestinal crónica más frecuente en España. Se calcula que afecta a una de cada cien personas.