Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la denominación que recibe un conjunto de enfermedades broncopulmonares en las que se ve afectado el flujo aéreo (circulación del aire) por una limitación crónica.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
- Enfermedades broncopulmonares
- Pulmones
- Tabaco
- Tos crónica
Introducción
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la denominación que recibe un conjunto de enfermedades broncopulmonares en las que se ve afectado el flujo aéreo (circulación del aire) por una limitación crónica.
La EPOC, en la mayor parte de las ocasiones, es el resultado, a largo plazo, de la reacción de los bronquios, de los pulmones y de las arterias pulmonares a la inhalación del humo de tabaco.
Es una enfermedad que se diagnostica a numerosas personas en edades adultas, pero aún hay más personas que padecen sus síntomas y no están diagnosticadas. Se debe a que muchas personas creen que la tos crónica que padecen es un efecto irritativo natural del tabaco que desaparecerá si reducen el número de cigarrillos y no consultan a su médico por este motivo hasta que ha pasado mucho tiempo o los síntomas empeoran. Este efecto "avestruz" de los fumadores es negativo, porque cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más fácil será detener su avance.
La EPOC afectaba más a los hombres que a la mujeres, sin embargo, al igual que ocurre con otras enfermedades relacionadas con el tabaco, se observa un incremento notable de casos en las mujeres, como resultado de haberse incorporado en las últimas décadas al consumo de tabaco. El desarrollo de la EPOC es más probable cuanto más tiempo se lleva fumando y cuanto más humo de tabaco se ha aspirado a lo largo del tiempo.
Causas y factores de riesgo
Existen diferentes factores de riesgo que inciden en el desarrollo de la EPOC y pueden presentarse de manera aislada o combinados entre sí:
Tabaco
Fumar es, sin ninguna duda, la causa principal de la EPOC. Más del 80% de los pacientes con EPOC fuman o han fumado a lo largo de su vida y se considera que hasta el 25% de los fumadores habituales podrán desarrollar EPOC en diversos grados. El tabaco tiene un efecto irritativo permanente sobre las estructuras broncopulmonares que puede causar daños inflamatorios irreversibles.
Pero no sólo desarrollan EPOC los fumadores, también los fumadores pasivos, que son las personas que están expuestas al humo del tabaco que fuman otros presentan un riesgo mucho mayor que la población general.
Polvo y humo y productos de otro origen
La exposición a otros tipos de humo diferentes del que produce el tabaco, a polvos de productos naturales -cereales- y de productos industriales y a sustancias químicas relacionadas con el ambiente laboral también está relacionada con la EPOC. Si se suma la exposición a estos productos y al humo del tabaco, el riesgo se multiplica.
Contaminación del aire
Las condiciones del aire que respiramos se consideran un factor de riesgo más para la EPOC. Se realizan estudios de contaminación del aire para determinar si los niveles de contaminación son causa determinante de la EPOC, aunque hasta ahora, lo que se ha podido concluir es que pueden desencadenar situaciones de descompensación en personas que padecen EPOC.
Síntomas
Los efectos del tabaco sobre las estructuras broncopulmonares son acumulativos y los síntomas varían según la fase en la que se encuentra la enfermedad. Al principio la EPOC apenas da síntomas, podemos decir que durante muchos años los pulmones mantienen una capacidad de respuesta a la irritación de los tóxicos y los síntomas más habituales son la tos persistente y el aumento de la expectoración.
Cuando la enfermedad avanza se produce disnea, es decir, una dificultad para respirar que inicialmente suele ser leve, pero puede llegar a ser angustiosa. Si se produce este síntoma el paciente debe acudir al médico sin pensarlo más porque en esta fase puede evitarse que la enfermedad progrese y se dificulte más la respiración.
Otra manifestación de la EPOC es que las personas afectadas padecen infecciones respiratorias con mayor frecuencia, sobre todo en la temporada invernal. Los riesgos para los pacientes con EPOC son mayores en invierno, a causa del frío y de que las posibilidades de contagio de una enfermedad respiratoria aumentan. Cuando se produce una infección respiratoria, los síntomas de la EPOC son más graves que en personas que no la padecen, pudiendo necesitar el ingreso hospitalario.
Las personas con EPOC padecen frecuentes descompensaciones de su estado clínico a causa de infecciones, hábito tabáquico o abandono del tratamiento. En estas situaciones llamadas también agudizaciones o exacerbaciones, se produce un aumento de los síntomas que habitualmente presentan.
Diagnóstico
Si tiene alguno de los factores de riesgo y padece síntomas de EPOC debe consultar con su médico de familia. Disponer de un diagnóstico precoz, dejar de fumar y, en caso necesario, seguir un tratamiento, puede evitar que la enfermedad avance.
Para diagnosticar EPOC es imprescindible realizar una espirometría que confirme o descarte la existencia de obstrucción bronquial.
La espirometría es la única prueba diagnóstica de EPOC. Cuando no hay espirometría que lo confirme pero si presenta síntomas, podemos decir que tiene criterios clínicos de bronquitis crónica pero no podemos establecer el diagnóstico de EPOC.
Entre las pruebas que se utilizan para el estudio de un posible EPOC están:
Espirometría
Mediante la espirometría se detecta el nivel de obstrucción del flujo de aire en los bronquios. Para ello se mide el aire expulsado tras una inspiración y se valora, tanto el volumen de aire por unidad de tiempo -el aire que son capaces de expulsar los pulmones en un segundo: espiración forzada en un segundo-, como la cantidad total de aire que se expulsa tras una inspiración, denominada capacidad vital forzada. Las medidas obtenidas se comparan con los parámetros de normalidad (valores de referencia), ajustados a la edad, sexo y peso de cada persona y de esta manera se conoce cuál es la capacidad respiratoria y si es menor de la esperada a causa de la obstrucción de las vías respiratorias.
Tratamiento
El mejor tratamiento en caso de sospecha de EPOC en una persona fumadora es dejar de fumar. Abandonar el tabaco puede suponer detener el avance de una EPOC incipiente. Si ha decidido dejar de fumar cuente con su médico de familia o enfermera, le aconsejarán sobre la mejor manera de hacerlo o le orientarán a un centro de apoyo.
Cuando la EPOC está establecida su médico le indicará el tratamiento que debe seguir. Muchas veces le recetará una combinación de fármacos, cada uno de ellos con una función. Algunos se administrarán por vía oral y otros en forma de inhalaciones. Incluso puede que en determinados momentos tenga que ponerse oxígeno durante un número de horas al día. Si tiene dudas pregunte a su médico pero no abandone un tratamiento para la EPOC por su cuenta.
Un paciente con EPOC con un tratamiento ajustado puede mantenerse estabilizado durante mucho tiempo. Implíquese con su salud e infórmese de lo que debe hacer para contribuir a mantenerse estable. Si padece EPOC, nadie mejor que usted contando con la colaboración y el seguimiento del personal sanitario de su centro de salud, puede evitar que se produzcan alteraciones en su estado que le obliguen a ingresar en el hospital por agravamiento de la enfermedad.
Recomendaciones
DEJE DE FUMAR
Preocúpese por mantener su estado de salud
En la mayor parte de las enfermedades crónicas el papel fundamental para evitar descompensaciones lo juega el paciente. Estas enfermedades crónicas conllevan una adaptación de los estilos de vida y el seguimiento estricto de un tratamiento. A pesar de que muchos pacientes dan más importancia a la medicación que a la modificación del estilo de vida, se ha demostrado que éste resulta indispensable para mantener una mayor grado de estabilidad en la salud. Manténgase en el peso adecuado, realice la actividad física que le hayan recomendado, siga una dieta equilibrada, evite el tabaco, el humo del tabaco y los ambientes con polvo o con productos químicos irritantes en el aire.
Cuando surge la enfermedad tanto el paciente como sus familiares deben implicarse y responsabilizarse en el autocuidado de la enfermedad. Hay varias formas de hacerlo, la primera es conociendo la enfermedad y todos los factores que pueden incidir en su desestabilización, las recomendaciones y tratamientos que debe seguir y lo que debe hacer en caso de que se produzcan determinados cambios o alteraciones. Tenga confianza en el equipo de profesionales de su centro de salud, le apoyarán, le informarán, le ayudarán y estarán pendientes de su seguimiento. Mediante el autocuidado vivirá más, tendrá más actividad y se encontrará mejor, será más independiente, tendrá mayor calidad de vida y menos complicaciones.
Preguntas frecuentes
¿Qué es EPOC?
Es una enfermedad del aparato respiratorio, crónica, en la que los bronquios se obstruyen no permitiendo un adecuado paso del aire.
El aparato respiratorio es el encargado del proceso de respiración.
La respiración proporciona el oxígeno que el cuerpo necesita y elimina el carbónico que no debe acumularse por sus efectos nocivos.
Los bronquios son los conductos por donde llega el aire cargado de oxígeno desde el exterior hasta los pulmones.
¿Es lo mismo EPOC que bronquitis crónica?
NO Aunque a veces se utiliza indistintamente.
Bronquitis crónica significa que hay tos y expectoración (flemas) habitualmente pero puede suceder que no tenga obstrucción bronquial. Para que sea EPOC debe comprobarse obstrucción en la espirometría.
¿Por qué se produce?
En la mayoría de los casos la EPOC se produce por fumar o haber fumado o respirado humo de tabaco.
En algún caso puede deberse a respirar otras sustancias dañinas.
Un caso especial es el debido al déficit de alfa-1-antitripsina.
¿Se contagia?
NO pero pueden afectarse varias personas cercanas si todas fuman
¿Se cura?
NO. El daño producido en los bronquios no se quita, pero puede encontrarse mejor siguiendo los consejos que mas adelante le daremos.
¿Cómo puedo saber si tengo EPOC?
Inicialmente puede no tener síntomas.
A medida que la enfermedad avanza puede ocasionar tos, esputos y ahogo. En fases más avanzadas los síntomas se agravan, perdiendo calidad de vida. Es habitual que, en el curso de su enfermedad, sufra descompensaciones que agraven sus síntomas.
Enlaces de interés
La Sociedad Española de Patología Respiratoria incluye en el espacio dedicado a pacientes una guía de carácter informativo dedicada a los pacientes con EPOC y a sus familiares:
http://www.separ.es/doc/pacientes/libro_epoc.pdf
La Sociedad Española de Patología Respiratoria incluye en el espacio dedicado a pacientes una guía de consejos sobre enfermedades respiratorias en la que un capítulo se destina a revisar la técnica de administración de medicamentos inhalados:
http://www.separ.es/doc/pacientes/enf_resp/Cap17.pdf
La Sociedad Española de Patología Respiratoria incluye en el espacio dedicado a pacientes una guía de consejos sobre enfermedades respiratorias en la que un capítulo se destina a revisar la EPOC:
http://www.separ.es/doc/pacientes/enf_resp/Cap03.pdf
La Sociedad Española de Patología Respiratoria incluye en el espacio dedicado a pacientes una guía de consejos sobre enfermedades respiratorias en la que un capítulo se destina al tabaco y los fumadores:
Asociaciones
Asociación Española de pacientes y familiares EPOC
E-mail: epoc@epoc.org.es
Recursos y guías
Guías
- Guía informativa de la EPOC
- Preguntas frecuentes sobre la EPOC
- Información para pacientes y familiares sobre la EPOC
- Guía sobre el manejo de inhaladores para pacientes con EPOC
- Educación sanitaria del paciente con EPOC
- Rehabilitación respiratoria para personas con EPOC
- Rehabilitación funcional respiratoria para personas con EPOC
- Consejos para dejar de fumar
- Guía práctica para dejar de fumar