El diagnóstico de la depresión es fundamentalmente clínico. El diagnóstico se hará a través de la entrevista clínica. Las exploraciones complementarias tienen por objeto descartar otras patologías que pudieran explicar el cuadro.

Durante la entrevista clínica es muy importante confiar y trasladar al médico la información que solicite, sobre todo en lo referente a:

  • La existencia de antecedentes personales y familiares de patología psiquiátrica.
  • El consumo de sustancias y fármacos.
  • La existencia del padecimiento de otros trastornos o enfermedades asociados y síntomas somáticos inespecíficos (mareos, cefaleas, dolor, ahogo, etc.).
  • El médico preguntará cómo aparecieron los síntomas, desde cuando, incluso, en caso de saberlo, cuál es la causa que ha podido desencadenarlos.
  • También puede preguntarle si ha tenido ideas de muerte o suicidio porque es necesario valorar esta posibilidad siempre que se detecte un trastorno depresivo.

En ocasiones el médico puede utilizar herramientas complementarias para el diagnóstico, como por ejemplo escalas o cuestionarios de depresión que pueden ser útiles para la detección y la valoración de la gravedad del episodio.

El diagnóstico de depresión se establece definitivamente si de la clínica explorada se deduce el cumplimiento de unos criterios diagnósticos recogidos en las Clasificaciones CIE-10 y DSM-IV-TR (europea y americana respectivamente).

Como ya hemos comentado el diagnóstico de depresión puede verse complicado por la existencia de otros trastornos psiquiátricos simultáneamente que pueden llegar a enmascarar el cuadro depresivo que debe ser explorado por el médico.