Métodos

1. - Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento médico que consiste en la aplicación de fármacos administrados por vía intravenosa u oral. Estos fármacos actúan sobre todo en las células tumorales pero también sobre las sanas, esto puede producir unos efectos secundarios sobre el organismo como alopecia, nauseas, vómitos, cansancio o dolores musculares entre otros. El ciclo menstrual puede verse alterado, falta de reglas, pero se recupera al finalizar los tratamientos. En la actualidad existen fármacos que contrarrestan los efectos secundarios, sobre todo las nauseas y los vómitos.


Dependiendo de las características del tumor la quimioterapia se puede administrar antes o después de la cirugía y se administra de forma ambulatoria repartida en varias sesiones con días o semanas de descanso en las que el organismo se recupera. Previamente se realiza un análisis de sangre para comprobar los valores de las células sanguíneas.


¿Qué cuidados hay que tener durante la quimioterapia?


A continuación se relacionan los consejos para prevenir y controlar los principales efectos secundarios del tratamiento:


Nauseas- vómitos: algunas personas pueden padecer este tipo de efectos secundarios, para prevenirlos es efectivo tener en cuenta algunas recomendaciones como: Tomar los alimentos cocidos u horneados y evitar los fritos rebozados y las grasas, quesos grasos, leche entera, etc, hacer cinco o seis comidas al día en poca cantidad, comer despacio, evitar los alimentos muy calientes o muy fríos, no ingerir bebidas gaseosas. Puede comer siempre que lo desee antes o después de la sesión de quimioterapia.


Mucositis: Puede aparecer una irritación de algunas partes de la boca o en la garganta que producen dolor o dificultad para comer o beber, en este caso hay que mantener buena higiene de la boca y realizar enjuagues preferentemente con agua de manzanilla evitando así productos que irriten la mucosa. Evitar comidas dulces y ácidas, para contrarrestar las molestias de este malestar se puede disolver en la boca pequeñas cantidades de hielo granizado.


Alopecia (caída de cabello): La caída del pelo no se produce siempre, depende de los medicamentos, pero en cualquier caso utilice champú suave, evite usar todo tipo de productos como tintes o permanentes. Cuando vuelve a salir el pelo puede cambiar la apariencia y la textura, puede ser más fuerte, ondulado y en mayor cantidad.


Neutropenia: Es un descenso del número de células blancas de la sangre que tienen función de defensa. Como consecuencia del tratamiento pueden disminuir y se recuperan al finalizar los efectos del tratamiento. Como consecuencia de este descenso se puede producir fiebre que si supera los 38º C es recomendable acudir a un centro sanitario. Pero no se producen más infecciones que en condiciones normales, no obstante es recomendable extremar los cuidados para evitarlas.


Es conveniente hacer algún tipo de relajación antes de la quimioterapia y puede atenuar los efectos secundarios. Puede realizar actividades que le produzcan satisfacción como lectura, visualización, respiraciones profundas o escuchar música.


2. - Hormonoterapia

Algunos tumores pueden conservar la capacidad de responder a la acción de las hormonas, sobre todo a los estrógenos dando lugar a la proliferación celular y por tanto al crecimiento del tumor. Estos tumores se denominan hormonodependientes. Para evitar este efecto se utilizan fármacos que reducen los niveles de estas sustancias o que inhiben los efectos de las mismas sobre las células del tejido mamario.

Los efectos secundarios de este tratamiento pueden ser los que se dan en una mujer que tiene menopausia.


¿Cúando se hace la reconstrucción de la mama y qué técnicas se utilizan?


La reconstrucción está indicada cuando se ha realizado la mastectomía

como consecuencia de un tumor. Es importante tener en cuenta que la decisión de este tipo de cirugía afecta sólo a las mujeres y para llevarla a cabo tienen que estar bien informadas. La reconstrucción de la mama tiene una repercusión positiva sobre su autoestima y sobre su estado emocional.

Existen diversas técnicas que se adaptan a cada caso. Se puede reconstruir la mama en la misma intervención que se extirpa el tumor y permite aplicar los tratamientos de quimioterapia y radioterapia posteriormente a la cirugía.

En la actualidad se está avanzando en diferentes técnicas y van desde la colocación de prótesis de silicona hasta la implantación de tejidos propios de la mujer como grasa, piel o músculos de otras partes de su cuerpo.


¿Qué cuidados hay que tener después de la reconstrucción?


Mantener la zona de la incisión limpia, seca y cubierta y después de retirar los apósitos usar un sujetador sin varillas o aros de día y de noche que no comprima la zona.


Unas horas después de la cirugía puede presentarse dolor, hematomas e hinchazón de las mamas o de las incisiones, pero estos síntomas desaparecerán en unos días. También puede presentarse pérdida de la sensibilidad en la piel de las mamas y en los pezones después de la cirugía, que se recuperará con el tiempo.


Es importante durante la recuperación no realizar movimientos que provoquen estiramiento de las cicatrices ni levantar pesos o ejercicios bruscos o extenuantes. Se recomienda realizar algo de actividad de 1 a 2 días después de la cirugía para estimular el flujo sanguíneo que ayuda a la cicatrización.


Evite conducir durante al menos 2 semanas. Antes de empezar a conducir tiene que haber recuperado el movimiento total en los brazos. Empiece a conducir progresivamente, ya que girar el volante y hacer los cambios puede ser difícil.


Consumir una dieta saludable y equilibrada rica en frutas, verduras y antioxidantes.


¿Qué es el linfedema?


Es la acumulación de líquidos en el cuerpo como consecuencia de la extracción de los vasos y ganglios linfáticos. El sistema linfático tiene dos funciones: mantener los niveles de líquido corporal en equilibrio y defender al cuerpo de las infecciones. Después de la cirugía de la mama el brazo y en ocasiones la espalda, se pueden edematizar porque los vasos y ganglios linfáticos axilares han sido extraídos necesariamente. En consecuencia, el organismo tiene una capacidad menor para drenar los líquidos y combatir las infecciones en la extremidad superior correspondiente.


El linfedema se puede prevenir y para esto hay que intentar mantener un buen drenaje de la linfa mediante ejercicios específicos y/o masajes realizados por especialistas así como evitar las infecciones de la zona.


El linfedema puede empezar de 6 a 8 semanas después de la cirugía o después de la radioterapia para el cáncer.


También puede empezar muy lentamente después de que el tratamiento para el cáncer haya terminado. Es posible que los síntomas no se noten hasta 18 a 24 meses después del tratamiento y algunas veces pueden tardar años en desarrollarse.


¿Qué cuidados tengo que tener para prevenir el linfedema?


Use el brazo con linfedema para las actividades cotidianas, tales como peinarse el cabello, bañarse, vestirse y comer, pero tenga cuidado de no sobrecargarlo. Descanse el brazo en una almohada por encima del nivel del corazón 2 ó 3 veces por día mientras esté acostada.


Ejercicios en reposo:


- Permanece acostada durante 45 minutos.

- Apoye el brazo sobre almohadas para mantenerlo elevado.

- Abra y cierre la mano de 15 a 25 veces mientras está acostado.


Mantenga el brazo limpio e hidratado y revíselo a diario para ver si hay algún cambio.


Cuidados para prevenir las infecciones:


- No depilar las axilas con hojas de afeitar, ni cera caliente o fría utilizar preferentemente una

maquina eléctrica.

- Tener especial cuidado con la manicura y al cortar las uñas para evitar hacerse cortes en la piel.

- Curar muy bien las heridas pequeñas, aunque parezca que no son importantes, cualquier herida

es una puerta de entrada para los gérmenes y facilita la infección.

- Evitar movimientos bruscos: en el autobús, paseando un perro... evitar trabajos repetitivos que

puedan poner en tensión la mano y el brazo.

- Prevenir las picaduras de insectos o curarlas inmediatamente

- Evitar el exceso de temperatura ( agua muy caliente, hornos, estufas, esterillas eléctricas,

infrarrojos, radiación solar, UVA, sauna, etc.).

- Evitar masajes bruscos y fuertes.

- Use guantes cuando esté realizando trabajos en la casa y sobre todo en labores de jardinería.

- Use un dedal cuando esté cosiendo.

- Protéjase del sol y use un protector solar.

- Utilice repelente de insectos.

- Si usa joyas que no le ajusten la muñeca o los dedos y prendas de vestir que no tengan

cinturones ni puños apretados.

- Use un sujetador que no le quede apretado.



¿Qué aspectos de mi vida se ven afectados por la enfermedad y qué cuidados tengo que tener?



Las enfermedades pueden ser la base para descubrir y potenciar las propias capacidades, aquellas características que nos hacen destacar y ser únicos como personas. Para ello es importante mantener una actitud activa y positiva. No es fácil, se pasa por momentos de tristeza, rabia, desesperanza, pero todo ello es normal y el hecho de reconocerlos forma parte de la adaptación positiva de la enfermedad. Los sentimientos que se generan son complejos y cambiantes y no ser positiva todo el tiempo no es síntoma de que las cosas vayan mal.

Esta actitud hace que se participe activamente en los tratamientos y en la toma de decisiones, confiar en el equipo que nos atiende, nos impulsa a estar informadas, a pedir ayuda cuando la necesitamos, a reconocer en todo momento nuestras necesidades que han podido estar reprimidas. Nos permite mantener un buen control sobre los efectos secundarios cuando estamos bien informadas.

Es importante mantener una vida lo más normal posible, tratando de desarrollar las actividades que se venían haciendo.


Nutrición


Uno de los factores que se puede ver afectado es la nutrición debido principalmente a los efectos secundarios de los tratamientos y al estado emocional. La dieta es un elemento importante para evitar mayores efectos colaterales y ayudar a la recuperación. Es el momento de introducir cambios en la alimentación habitual y elegir alimentos con efecto protector como tomar abundantes frutas y verduras ricos en fibras y vitaminas, introducir en buena cantidad legumbres y cereales que aportan vitamina C y E, con propiedades defensivas, aumentar el consumo de pescado rico en ácidos Omega-3 y limitar el consumo de carnes rojas, grasas saturadas y consumo de alcohol.


Durante los tratamientos es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:


- Hacer 5 ó 6 comidas ligeras con alimentos cocidos u horneados evitando los fritos o a la brasa.

- Aumentar la ingesta de alimentos energéticos para ayudar a mantener el peso.

- Evitar alimentos y bebidas que producen gases y muy condimentados, los olores fuertes provocan las nauseas

- Presentar en un solo plato la mayor parte de alimentos y de forma atractiva.

- No tomar los alimentos ni demasiado fríos ni demasiado calientes. Evitar en lo posible cocinar ya que tendrá agudizado el olor y si se estimula en exceso desencadena las nauseas y vómitos.


Ejercicio físico


Si la actividad física es una excelente medida para prevenir enfermedades también es una buena forma de ayudar a las personas que padecen cáncer. La actividad física durante los tratamientos ayuda a mantener las reservas de energía y a paliar los síntomas y el desgaste de la enfermedad y de los efectos secundarios. Es conveniente realizar algún tipo de ejercicio bajo el control médico y adecuándolo a la situación de cada mujer. Efectos beneficiosos: ayuda a reducir la sensación de fatiga y aumenta la energía, favorece la recuperación de la masa muscular que provocan los tratamientos oncológicos, tiene repercusión positiva sobre las horas de descanso y sueño es un antídoto contra el insomnio, reduce los niveles de ansiedad, eleva la autoestima y a sentirse mejor.

La práctica de yoga o tai-chi, pueden aportar un estado de relajación psicofíca aconsejable para reducir los niveles de ansiedad, fatiga o depresión.

Es aconsejable realizar paseos acompañada o tablas de gimnasia en casa para movilizar las articulaciones


Estado psicológico y emocional


Puede necesitar tiempo para adaptarse al hecho de perder la mama. Hablar con otras mujeres que se hayan sometido a mastectomías y con sus compañeros puede ayudarle a enfrentar estos sentimientos. Pregúntele al médico o a la enfermera respecto a los grupos de apoyo locales. Un profesional de salud mental puede resultar de gran ayuda en estos momentos.


La alopecia es uno de los efectos secundarios de la quimioterapia que más afecta al estado emocional de las mujeres. Deben saber que es transitorio y que el cabello volverá a salir cuando desaparezcan los efectos de los fármacos. Mientras tanto puede usar pelucas postizas que se adaptan a la estética de cada mujer, pañuelos o gorras. Puede acudir a los profesionales de estética para aconsejarse de como utilizar el maquillaje específico que le ayude a sentirse bien.


Es recomendable realizar actividades que produzcan satisfacción, producen estimulación, ayudan a relajarse y recuperar la independencia, desarrollan la creatividad.


Hay que evitar aislarse en la habitación, acostada en la cama o sentada delante de la televisión, esto le produce más ansiedad y depresión. Planifique actividades acompañada de amigos o familiares manteniéndose activa la mayor parte del tiempo posible.


Cáncer de mama y embarazo.


Es poco habitual que coincida cáncer de mama durante el embarazo pero es una de las situaciones que plantea más conflictos clínicos y éticos. En estas situaciones se ha de dar un enfoque específico y muy adaptado a cada situación y depende del estado y agresividad del tumor y el momento del embarazo. Según la situación se puede plantear la interrupción del embarazo o el tratamiento del cáncer en cuyo caso la cirugía siempre está indicada mientras que la hormonoterapia y la radioterapia han de posponerse para después del parto. La quimioterapia se puede administrar si el embarazo ha sobrepasado el primer trimestre contemplando los posibles riesgos de malformaciones del feto.