La memoria es el mecanismo por el cual el cerebro guarda la información, conocimientos, experiencias y hechos que suceden a lo largo de la vida de las personas. Toda esta información se graba y se retiene en el cerebro a lo largo de la vida. Se accede a ella mediante el recuerdo. Cuando se deterioran las neuronas del cerebro donde están registrados los recuerdos se pierde el acceso a esa información y esto se traduce en alteraciones del comportamiento.

La pérdida de memoria es el síntoma principal de la demencia y uno de los primeros síntomas que aparecen en la de tipo Alzheimer. Existen otras demencias que pueden iniciarse con otras alteraciones, pero con la evolución de la enfermedad, la memoria se ve afectada en todas ellas. Las zonas del cerebro que primero se afectan son aquellas en las que se sitúa la información que se ha grabado con la experiencia y el aprendizaje. Como consecuencia de este síntoma se pueden dar las siguientes situaciones:


  • Pérdida de la memoria reciente. Las personas con demencia se olvidan de los acontecimientos cercanos en el tiempo como conversaciones recientes, visitas a lugares, tareas como asearse o cocinar, entre otros. Se olvidan de cosas simples y de sus hábitos.
  • Tienen dificultad para realizar tareas diarias. Pueden tener problemas con las cosas del día a día, como vestirse, abrocharse la ropa, atarse los zapatos, asearse, y no recordar que lo han hecho volviendo a repetirlo. Pueden olvidarse de qué tipo de comida tienen que elaborar o qué productos tienen que utilizar, por ejemplo para hacerse el desayuno,…
  • Problemas con la comunicación.La pérdida de memoria puede afectar al lenguaje y así olvidan las palabras adecuadas para mantener una conversación. A veces esto hace que se aíslen de otras personas porque les es difícil hacerse entender.
  • No reconocen los espacios en los que se mueven.A veces uno de los síntomas más llamativos es que se pierdan en su propio entorno, se desplazan por la calle y no saben volver a su casa.
  • Cambian los objetos de sus sitios habituales. En el entorno de su casa puede que pierdan los objetos como el dinero al guardarlo en sitios inusuales, o la ropa, los utensilios de aseo o de la cocina, …