El cuidado de una persona que tiene disminuida o anulada su capacidad para desarrollar sus necesidades básicas requiere ante todo respeto a su dignidad como persona, por tanto el objetivo fundamental de la cuidadora o el cuidador es proteger la dignidad de la persona dependiente. Esto supone que la persona es importante para usted.

Siga estos consejos generales para que el día transcurra con tranquilidad y pueda realizar las actividades diarias:

  • Respete su intimidad y su privacidad.
  • Mantenga una buena comunicación con la persona dependiente.
  • Diríjase a ella por su nombre y mírela a sus ojos para que entienda que quiere hablarle.
  • Identifíquese, dígale quien es usted.
  • Utilice frases y palabras sencillas.
  • Infórmela en todo momento de lo que está haciendo, dándole la oportunidad de elegir y decidir.
  • Respete su tiempo para reaccionar teniendo en cuenta su limitación. No se adelante a realizar las tareas que le corresponden a ella o él.
  • Respete su autonomía permitiéndole que haga aquello para lo que está capacitado/a y haga que se sienta útil.
  • Aunque tenga dificultad para comunicarse o para entender, cuente con su presencia en las conversaciones.