Es conveniente para usted practicar algún ejercicio físico de forma regular, en la medida de lo posible. El ejercicio fisico es importante para fortalecer los músculos debilitados por el largo periodo de enfermedad. Los beneficios del ejercicio son: aumenta la sensación de bienestar general, la energía para el trabajo, el ocio y las relaciones personales y ayuda a controlar el aumento de peso y estimula el ánimo.

En principio se aconseja realizar paseos cortos diarios e irá aumentando su duración de forma gradual. Caminar diariamente es una buena forma de empezar. Debe pasear, pero evite lugares sucios, obras, derribos con mucho polvo y no visite a personas con enfermedades infecciosas. Subir escaleras también es un buen ejercicio, siempre poco a poco, de forma prudente para evitar lesiones y excesiva tensión.

Si su estado físico lo permite, puede realizar otras actividades de mayor intensidad como por ejemplo el ciclismo o algún tipo de gimnasia, siempre después de 3 meses de la intervención quirúrgica.

Respecto a la natación, no deberá acudir a piscinas públicas hasta pasados los primeros doce meses del trasplante, por la existencia de gérmenes que puedan afectarle.

De igual forma, puede acudir a la playa pasado el primer año, pero no debe olvidar que su piel es más sensible al sol por lo que tomará las debidas precauciones. Suspenda el ejercicio siempre que:

  • Aparezca dolor o presión en pecho, cuello o mandíbula.
  • Tenga fatiga o cansancio excesivo, respiración anormal o entrecortada.
  • Tenga mareo o aturdimiento durante o tras el ejercicio.
  • Frecuencia cardiaca irregular persistente.