Lo primero que debemos saber es que las personas que padecen asma pueden hacer una vida normal, libre de síntomas, si se sigue el tratamiento correctamente. Por lo tanto, a cualquier edad podemos mantener una buena calidad de vida y ser capaces de realizar las actividades de la vida diaria con normalidad como para trabajar, ir a la escuela, hacer ejercicio físico, realizar deportes y otros.

Las medicinas utilizadas para el tratamiento del asma pueden diferenciarse, según su mecanismo de acción, en tres grupos:

  • Antiinflamatorios, que reducen la inflamación bronquial.
  • Broncodilatadores, que abren los bronquios.
  • Moduladores de la respuesta inmune, siendo la inmunoterapia con sustancias hiposensibilizantes (vacunas para disminuir o suprimir la alergia) la más utilizada.

El uso de unos u otros depende de las características de cada paciente y de cada momento de su enfermedad. Es habitual la utilización de dos o más tipos de fármacos en un mismo paciente. El profesional establecerá el tratamiento más adecuado en cada caso.