Tener un infarto puede resultar traumático y es común experimentar sentimientos de ansiedad. Para muchas personas, el estrés emocional puede hacer que se sienta triste durante las primeras semanas después de regresar a casa del hospital.


Si los sentimientos de depresión persisten, consulte a su médico porque su estado emocional podría tener un efecto adverso en su recuperación física . Recuerde que la mayor parte de las personas que han sufrido un IAM vuelven a tener una vida normal a los pocos meses.