El pronóstico de las personas que han sufrido un infarto agudo de miocardio es variable y depende en buena medida de:

- La rapidez en recibir el tratamiento tras sufrir el infarto que, en condiciones ideales debe

producirse en los primeros 90 minutos tras sufrir los primeros síntomas del infarto agudo de

miocardio; por eso es tan importante actuar inmediatamente ante las situaciones de sospecha de

un infarto.


- De la respuesta del paciente al tratamiento aplicado en los primeros 28 días tras sufrir un infarto

agudo de miocardio.


En los estudios epidemiológicos y en los registros sobre infarto agudo de miocardio, se observa que aproximadamente la mitad de las personas que sufren un infarto agudo de miocardio fallecen en los primeros 28 días tras el infarto. De esas muertes, el 75% se produce en las primeras 24 horas y en el 30% de estos casos el paciente ya estaba ingresado en el hospital.


Si una persona que ha sufrido un infarto agudo de miocardio sobrevive a los 28 días, su pronóstico mejora notablemente, y si se cuida tiene muchas probabilidades de vivir bastantes años. Las personas que sobreviven tras un infarto agudo de miocardio deben seguir los tratamientos que les indiquen sus médicos, hacer rehabilitación y modificar sus estilos de vida para evitar los factores de riesgo que facilitan que se vuelva a repetir otro infarto.