Movilizaciones y desplazamientos

Las personas dependientes pueden tener limitaciones en el movimiento debido a la transformación del cuerpo por el envejecimiento, una enfermedad, una malformación o la ingesta de algún medicamento. Los problemas de la movilidad se producen por los trastornos de la marcha y del equilibrio, la falta de flexibilidad, la disminución de la elasticidad, la pérdida de fuerza muscular o la disminución de la capacidad del oído y de la vista.

La movilización del cuerpo, bien de forma activa o pasiva, es necesaria para evitar los problemas respiratorios, las afecciones circulatorias como, por ejemplo, la tensión baja o las piernas hinchadas o las alteraciones de la piel (úlceras por presión). Por tanto, facilite la realización de la actividad física siempre que sea posible, como dar paseos, encargarle tareas de la casa o realizar una tabla de ejercicios físicos.

Si la persona no puede moverse por sí sola, mueva su cuerpo cambiándole de postura, pero intente que se mueva por sí misma siempre que sea posible. Si la persona está encamada realizaremos los cambios posturales cada 2 horas y si está en una silla, cada hora.

En este caso tendrá que soportar el peso de su cuerpo para movilizarlo y por tanto cuidará de no lesionarse, para esto es necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

No haga movimientos bruscos, planifique antes el movimiento que va a realizar
Mantenga su espalda recta y el peso del otro cuerpo cerca de usted sin estirar los brazos demasiado
Haga la fuerza con las piernas y no con la espalda. Flexione las piernas si es necesario pero no la espalda
Pida su colaboración, en la medida de lo posible.

Para más información

VIDEOS: