La operación se hace con anestesia general y durará entre seis y doce horas. El tiempo varía según las características de cada caso.

Se le retirará el hígado enfermo para sustituirlo por el donado y los cirujanos unirán los vasos sanguíneos. El conducto biliar es el último que se une y en algunos casos, se le coloca un tubo al exterior para controlar la cantidad de bilis que produce el hígado. Cuando esto ocurra, deberá llevar conectada una bolsa durante unos meses hasta que los médicos consideren oportuno unirlo al tubo digestivo.