Se puede actuar sobre algunos de los posibles factores de riesgo, como los hábitos de vida, que intervienen en el cáncer y son comunes a otras enfermedades. Además también podemos colaborar en el diagnóstico precoz siguiendo las recomendaciones de los profesionales de la salud y participando en los programas institucionales sobre prevención. En general, cuanto más pequeño sea el tumor mayor es la probabilidad de curación y también menor es la intervención que hay que realizar.