Las mujeres embarazadas con asma deben mantener bien controlada la enfermedad, continuando con el tratamiento que tienen prescrito. Los medicamentos que se utilizan y a las dosis indicadas, son seguros en el embarazo tanto para la madre como para el feto.

Es recomendable que no interrumpa el tratamiento y en cuanto se confirme el embarazo, la mujer debe acudir a su médico para informarle de su situación. Si el médico lo considera necesario modificará las dosis y realizará las recomendaciones que considere oportunas. Es conveniente durante el embarazo realizar controles del asma con mayor frecuencia de lo habitual.