El diagnóstico en los primeros momentos de la enfermedad puede ser difícil puesto que los síntomas son leves e inespecíficos. El diagnóstico se confirma mediante la historia clínica, exámenes neurológicos y otras pruebas complementarias.

El pronóstico y la evoluciónde la enfermedad dependen de cada persona y de la respuesta al tratamiento. La evolución de los síntomas puede llevar más de 20 años, aunque en algunos casos evoluciona más rápidamente. Entre las complicaciones de las etapas más avanzadas de la enfermedad se encuentran las que afectan al sistema respiratorio y las caídas.