El estoma es la abertura artificial localizado en el abdomen para derivar la salida de heces u orina al exterior. El aspecto normal del estoma es de color rojo intenso o rosado y húmedo, parecido a la mucosa de la boca.

La ubicación del estoma en el abdomen depende de la parte del intestino o del sistema urinario afectado; algunos se colocan en el lado izquierdo del abdomen, otros en el derecho y otros pueden estar más centrados o incluso en la zona lumbar como las nefrostomías.

Es habitual y recomendable que antes de la operación, una enfermera experta marque sobre la piel del abdomen, con tinta o rotulador, la posible ubicación del estoma para facilitar la labor en la intervención. El marcaje previo del estoma reduce las complicaciones posteriores, principalmente de la piel periestomal (piel de alrededor del estoma) y tiene un impacto positivo en la calidad de vida del paciente.

Después de la cirugía la evacuación de productos de desecho a través del estoma se producirá de manera involuntaria. El estoma no tiene esfínter o músculo de control, es decir, la persona no controlará el momento de salida de las heces o de la orina. Para recoger los fluidos y evitar el contacto con la piel es necesario el uso de bolsas o dispositivos.


Esta cirugía cambia la función normal del aparato digestivo o urinario después de que ha ocurrido alguna lesión o enfermedad. Por tanto tener una ostomía no es tener una enfermedad, sino que en el cuerpo se ha producido un cambio que hace que funcione de manera diferente.