La rehabilitación incluirá la realización de actividad física de diferente nivel para reforzar el estado general. El médico indicará cuales son las limitaciones que, en cada caso, pueden existir para la práctica de la actividad. No deben excederse los niveles de actividad señalados en cada momento, el proceso de rehabilitación debe estar monitorizado y sometido a seguimiento de los profesionales sanitarios. A partir de un momento determinado, el proceso de recuperación puede llevarse a cabo por el propio paciente con un mínimo de controles profesionales.


Los primeros días conviene que la actividad física sea ligera y progresivamente vaya aumentado el tiempo y la intensidad de la actividad para conseguir un estado físico adecuado. El médico establecerá en cada caso el tipo de ejercicio más ajustado al paciente. Deben consultarse las dudas para que el paciente se sienta seguro una vez que comience a controlar su actividad física.


La actividad debe realizarse con la suficiente intensidad para mantener un entrenamiento cardiaco e incluye actividades como caminar con paso rápido o hacer bicicleta. Recuerde que no debe realizar actividad física en condiciones de frío intenso.