Apnea del sueño
La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe de forma repetida durante el sueño. Estas pausas pueden durar varios segundos y repetirse decenas o incluso cientos de veces a lo largo de la noche, afectando a la calidad del descanso y a la salud general. La forma más común es la apnea obstructiva del sueño, que ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan excesivamente y bloquean el paso del aire. También existe la apnea central, menos frecuente, en la que el cerebro no envía correctamente las señales que controlan la respiración. Muchas personas que la padecen no son conscientes de los episodios durante la noche, pero sí notan somnolencia diurna, fatiga y dificultad de concentración.
Apnea del sueño
- enfermedad
- respiratorio
Causas
La apnea del sueño puede deberse a múltiples factores, entre ellos:
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Obstrucción de las vías respiratorias por relajación muscular durante el sueño.
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Sobrepeso u obesidad, que favorecen el colapso de las vías aéreas.
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Estructuras anatómicas como amígdalas grandes, paladar blando alargado o tabique nasal desviado.
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Consumo de alcohol o sedantes antes de dormir.
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Dormir boca arriba, lo que facilita el cierre de la vía aérea.
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En la apnea central, la causa suele estar relacionada con enfermedades neurológicas, insuficiencia cardíaca o uso de ciertos medicamentos.
La edad y el sexo también influyen: es más frecuente en hombres y en personas mayores.
Evolución
La apnea del sueño puede comenzar con ronquidos esporádicos y somnolencia leve, y progresar hacia una afectación importante del descanso nocturno. Si no se trata, puede aumentar el riesgo de hipertensión, infartos, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 o deterioro cognitivo.
Muchas personas no reciben diagnóstico hasta años después del inicio de los síntomas, lo que puede agravar las complicaciones.
Síntomas
Los síntomas pueden variar según el tipo y la gravedad del trastorno. Los más frecuentes incluyen:
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Ronquidos intensos y entrecortados.
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Pausas respiratorias observadas por la pareja.
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Sensación de asfixia o jadeo durante el sueño.
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Despertares frecuentes o sueño no reparador.
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Somnolencia excesiva durante el día.
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Irritabilidad, cambios de humor o dificultad para concentrarse.
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Dolor de cabeza matutino o boca seca al despertar.
En niños, puede manifestarse con bajo rendimiento escolar, hiperactividad o respiración bucal.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza habitualmente mediante una polisomnografía, una prueba que registra durante el sueño diversas funciones como la respiración, el ritmo cardíaco, los niveles de oxígeno y los movimientos. En algunos casos se realiza una poligrafía respiratoria domiciliaria, más sencilla pero útil para confirmar el diagnóstico.
También se realiza una historia clínica detallada y una exploración física, a menudo por parte de un especialista en neumología o unidad del sueño.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa, la gravedad y las características individuales. Puede incluir:
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Cambios en el estilo de vida: pérdida de peso, evitar el alcohol y los sedantes, dejar de fumar y dormir de lado.
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Uso de dispositivos CPAP (presión positiva continua), que mantienen la vía aérea abierta durante el sueño. Es el tratamiento más habitual en los casos moderados y graves.
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Dispositivos orales que adelantan la mandíbula durante el sueño, indicados en casos leves o en personas que no toleran la CPAP.
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Cirugía, solo en casos seleccionados, como reducción de amígdalas o corrección de malformaciones.
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Tratamiento de enfermedades asociadas, como hipertensión o diabetes.
El seguimiento médico es clave para evaluar la eficacia del tratamiento y mejorar la adherencia.
Cuidados y apoyo
Las personas con apnea del sueño necesitan información clara y acompañamiento para comprender su trastorno y adaptar su vida diaria. Muchos pacientes notan una gran mejoría cuando reciben tratamiento, pero pueden requerir apoyo psicológico si han pasado tiempo sin diagnóstico o han desarrollado miedo a dormir.
Si tienes ronquidos intensos, te despiertas cansado o con dolor de cabeza, o te has quedado dormido involuntariamente durante el día, es importante consultarlo. La apnea del sueño no debe ignorarse, ya que puede tener consecuencias graves. Los cambios en los hábitos de vida y el tratamiento con dispositivos como la CPAP permiten a la mayoría de las personas recuperar un sueño reparador y mejorar su salud a largo plazo.

















