Escuela de pacientes

Es un procedimiento ambulatorio que no requiere ingreso hospitalario.

No requiere ayuno.

Informe al médico de los medicamentos que toma. Si toma

• Fármacos anti-tiroideos (tirodril® y el neotomizol®): Se recomienda suspender de 5 a 7 días antes de la realización de la prueba.
• Hormona tiroidea (el más utilizado es el eutirox®): Se debería suspender un mes antes de la prueba. Su médico valorará el balance riesgo/beneficio. A veces sólo es necesario reducir la dosis.
• Amiodarona, un fármaco para el corazón, se debería suspender dos semanas antes de la prueba pero puede ser imposible retirarla (siempre se debe consultar con un cardiólogo), por lo que se debe informar al médico nuclear para que lo tenga en cuenta.

Informe a su médico si se ha realizado alguna prueba con contraste yodado. En este caso, se debe esperar para hacer la prueba por lo menos un mes.

Es posible que en los días previos le realicen un análisis de hormonas tiroideas para ver el funcionamiento de la glándula tiroides.

No requiere ayuno.

La prueba se realiza sin objetos metálicos. Deberá quitarse pendientes, anillos, collares o piercing. Deje todo lo que pueda en casa.

Procure llevar ropa cómoda y suelta.

Aproximadamente 15 minutos antes de la prueba, le administrarán el radiofármaco y tendrá que esperar un tiempo antes de pasar a la sala donde tomarán las imágenes. El tiempo necesario para que el órgano capte el radiofármaco.

Las imágenes se toman en la sala donde está la gammacámara.

La exploración se realiza en posición tumbada. No es preciso desvestirse. Se deberá quitar pendientes o collares.

Mientras la cámara realiza las imágenes estará en posición tumbada, con la cabeza reclinada hacia atrás y el cuello extendido. Deberá permanecer inmóvil mientras se toman las imágenes.

La toma de imágenes puede durar entre 5 y 10 minutos.

La gammagrafía tiroidea es una prueba indolora y la única molestia que se puede sentir es el pinchazo en el momento de inyectar el radiofármaco.

Puede experimentar una sensación de frío o calor que sube por el brazo al inyectar el radiofármaco.

No sentirá nada raro en la zona donde se acumula el radiofármaco.

Al permanecer inmóvil y con la cabeza reclinada durante un tiempo prolongado puede experimentar alguna molestia o incomodidad.

Finalizada la exploración, se aconseja beber abundantes líquidos para eliminar el radiofármaco a través de la orina.

Al ser una sustancia radiactiva, es importante extremar las medidas de higiene después de ir al baño: se debe lavar bien las manos y asegurarse de tirar de la cadena del inodoro.

Se debe intentar evitar el contacto estrecho, a menos de 2 metros, con embarazadas o niños de corta edad (menores de seis años) después de realizar la prueba y durante el tiempo que le indiquen.

Como todas las pruebas que emiten radiación, por pequeña que esta sea, han de estar justificadas e indicadas por un médico. Es quien valora la oportunidad de hacerla siempre que el beneficio sea mayor que el riesgo.

Esta prueba está contraindicada en caso de embarazo y durante la lactancia. Si sospecha que puede estar embarazada, debe decírselo al personal sanitario que le atienda. En caso de lactancia, le indicarán si es preciso dejar de amamantar a su hijo y durante cuánto tiempo.

Los radiofármacos que se utilizan raramente producen una reacción alérgica. No obstante, es muy importante que comunique si se ha realizado en ocasiones anteriores estudios de Medicina Nuclear o pruebas con medios de contraste, sobre todo, si ha habido alguna reacción al mismo.

En general, una gammagrafía tiroidea no tiene efectos secundarios y no se necesita seguimiento médico.