Miomas uterinos
Los miomas son bultos benignos (no cancerosos) que crecen en el útero. Se forman a partir del músculo uterino y, aunque la palabra "tumor" puede asustar, los miomas no son cáncer ni se convierten en uno. Muchas mujeres los tienen sin saberlo, porque en la mayoría de los casos no causan síntomas. Pero cuando lo hacen, pueden afectar a la calidad de vida.
Miomas uterinos
ginecología
Causas
No se conoce con exactitud la causa, pero sí se sabe que los miomas están relacionados con las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona). También influyen otros factores, como:
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La herencia genética: si tu madre o hermana los tiene, tú también puedes tenerlos.
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La edad: suelen aparecer entre los 30 y los 50 años.
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El sobrepeso o la obesidad pueden aumentar el riesgo.
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También influyen la alimentación y el estilo de vida.
Los miomas pueden aparecer en distintas zonas del útero, y eso influye en los síntomas que causan:
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Dentro del músculo uterino (miomas intramurales): son los más frecuentes.
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Hacia el interior del útero (submucosos): pueden causar reglas muy abundantes.
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Hacia fuera del útero (subserosos): a veces presionan otros órganos como la vejiga.
Algunos miomas están sujetos por un tallo delgado, como una cereza (pediculados).
síntomas
Muchas mujeres no notan nada, pero otras sí experimentan síntomas, especialmente cuando los miomas son grandes o numerosos.
Entre los síntomas más habituales están:
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Reglas abundantes o muy largas, que pueden llegar a provocar anemia.
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Dolor pélvico o sensación de presión en la parte baja del abdomen.
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Ganas frecuentes de orinar, si el mioma presiona la vejiga.
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Dolor durante las relaciones sexuales.
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En algunos casos, problemas de fertilidad o abortos espontáneos.
No todas las mujeres presentan los mismos síntomas, por eso es importante una evaluación personalizada.
Diagnostico
Si durante una revisión ginecológica se sospecha la presencia de miomas, el profesional puede pedir una ecografía transvaginal para confirmar su existencia, tamaño y ubicación.
En casos más complejos, se pueden utilizar otras pruebas como:
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Resonancia magnética (para ver mejor los detalles)
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Histeroscopia (para observar el interior del útero directamente)
Tratamiento
No todos los miomas necesitan tratamiento. Si no hay síntomas y el tamaño no crece, se puede optar por solo vigilar con revisiones periódicas.
Cuando sí es necesario tratar, las opciones pueden ser:
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Medicamentos: ayudan a reducir los síntomas o el tamaño del mioma. Algunos actúan sobre las hormonas y se usan por un tiempo limitado.
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Cirugía:
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Miomectomía: se extirpa solo el mioma, preservando el útero (útil si se desea tener hijos).
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Histerectomía: se extirpa todo el útero. Se recomienda solo en casos específicos.
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Tratamientos mínimamente invasivos, como la embolización de arterias uterinas, que corta el riego sanguíneo del mioma para que se encoja.
La elección del tratamiento depende de muchos factores: edad, síntomas, deseo de embarazo, tamaño y número de miomas.
Más información
¿Pueden afectar al embarazo?
Algunos miomas —sobre todo los que crecen hacia el interior del útero— pueden dificultar el embarazo o provocar complicaciones. Pero muchas mujeres con miomas tienen embarazos sanos.
Si estás buscando quedarte embarazada y te han detectado miomas, es importante hablarlo con tu ginecólogo/a para valorar el tratamiento más adecuado.
¿Se pueden prevenir?
No hay una forma garantizada de prevenir los miomas, pero sí se pueden adoptar hábitos saludables que ayudan a mantener el equilibrio hormonal:
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Mantén un peso saludable.
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Haz ejercicio físico con regularidad.
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Sigue una dieta rica en verduras, frutas y fibra, y limita el consumo de carnes rojas y alimentos ultraprocesados.
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Realiza tus revisiones ginecológicas anuales.

















