Estenosis aórtica
La estenosis aórtica es un estrechamiento de la válvula aórtica del corazón, lo que dificulta el flujo de sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Esta condición puede provocar síntomas como fatiga, dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareos o desmayos, especialmente durante el esfuerzo físico.
Estenosis aórtica
- Válvula aórtica
- Flujo sanguíneo
- Corazón
Introducción
La estenosis aórtica es una enfermedad valvular que se produce cuando la válvula aórtica —encargada de permitir el paso de sangre desde el corazón al resto del cuerpo— se estrecha y no se abre completamente. Esta obstrucción al flujo sanguíneo puede sobrecargar el corazón y causar síntomas graves si no se detecta a tiempo. Es especialmente frecuente en personas mayores de 65 años.
La estenosis aórtica no siempre da síntomas al inicio, pero su progresión puede ser grave. Las revisiones regulares, la adopción de hábitos saludables y la evaluación por parte de profesionales sanitarios son claves para mantener el corazón funcionando de forma segura el mayor tiempo posible.
Síntomas
Muchas personas pueden estar asintomáticas durante años. Cuando aparecen síntomas, suelen indicar enfermedad avanzada:
- Dificultad para respirar, especialmente con el esfuerzo.
- Dolor torácico (similar al de la angina).
- Mareos o síncope (desmayos), sobre todo durante la actividad física.
- Fatiga generalizada.
- Palpitaciones o sensación de latidos irregulares.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la exploración clínica y pruebas de imagen:
- Auscultación cardíaca: puede detectarse un soplo característico.
- Ecocardiograma: prueba clave para valorar la apertura valvular y la repercusión en el corazón.
- Electrocardiograma y radiografía de tórax.
- Pruebas de esfuerzo o cateterismo cardíaco en casos seleccionados.
Complicaciones posibles
Si no se trata, puede evolucionar a:
- Insuficiencia cardíaca.
- Arritmias graves.
- Muerte súbita.
- Pérdida progresiva de autonomía y calidad de vida.
Cuidados y abordaje integral
Aunque no se puede revertir el estrechamiento, hay medidas fundamentales para controlar la evolución:
- Revisiones periódicas con profesionales sanitarios para vigilar su progresión.
- Control de la presión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular.
- Evitar esfuerzos físicos intensos si hay síntomas.
- En fases avanzadas, puede ser necesario valorar la sustitución valvular mediante cirugía o técnicas menos invasivas (como el implante percutáneo de válvula aórtica, TAVI).

















