Esclerosis Múltiple (EM)
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad que afecta el sistema nervioso central, causando síntomas como fatiga, problemas de visión y dificultades motoras. El tratamiento puede ayudar a controlar los brotes y mejorar la calidad de vida.
Esclerosis Múltiple (EM)
- Sistema nervioso central
- Discapacidad neurológica
Introducción
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmunitaria crónica que afecta al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). El sistema inmunitario ataca la mielina, la sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas, lo que interfiere en la transmisión de los impulsos nerviosos. Es una de las principales causas de discapacidad neurológica en adultos jóvenes, especialmente en mujeres entre 20 y 40 años.
Síntomas
Los síntomas de la EM varían según la localización y el grado de afectación del sistema nervioso, y pueden incluir:
- Fatiga intensa.
- Problemas de visión (visión borrosa o doble).
- Debilidad muscular y espasmos.
- Problemas de coordinación y equilibrio.
- Entumecimiento o sensación de hormigueo en extremidades.
- Dificultades cognitivas (problemas de memoria y concentración).
- Alteraciones en el habla y la deglución.
- Trastornos del estado de ánimo, como depresión o ansiedad.
Estos síntomas pueden aparecer en forma de brotes (episodios agudos) seguidos de periodos de remisión parcial o total.
Diagnóstico
El diagnóstico de la EM se basa en:
- Evaluación clínica de los síntomas y antecedentes médicos.
- Resonancia magnética para detectar lesiones en el sistema nervioso central.
- Análisis del líquido cefalorraquídeo para identificar marcadores de inflamación.
- Pruebas de potenciales evocados para evaluar la conducción nerviosa.
Los criterios de McDonald, actualizados en 2017, son ampliamente utilizados para el diagnóstico de la EM.
Complicaciones
La progresión de la EM puede llevar a:
- Discapacidad física progresiva.
- Deterioro cognitivo.
- Problemas de movilidad y equilibrio.
- Trastornos del estado de ánimo.
- Complicaciones urinarias e intestinales.
El impacto varía entre individuos y depende del tipo y la evolución de la enfermedad.
Prevención y tratamiento
La EM es una enfermedad crónica del sistema nervioso central. Aunque no tiene cura, los avances en el tratamiento permiten modificar su curso, reducir la frecuencia de los brotes y mejorar la calidad de vida.
- Terapias modificadoras de la enfermedad: Aunque no se nombran aquí, estas reducen la actividad inflamatoria y la progresión de la discapacidad.
- Tratamiento sintomático: Se tratan síntomas como la fatiga, espasticidad, alteraciones del ánimo, dolor o problemas urinarios.
- Rehabilitación: Fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia ayudan a conservar la función y a adaptarse a los cambios físicos.
- Acompañamiento emocional: El apoyo psicológico y la educación sanitaria empoderan al paciente y a sus familias para afrontar la enfermedad.
- Seguimiento especializado: Es fundamental el control periódico con neurología y atención primaria coordinada.
Además, se están investigando nuevas terapias que podrían ofrecer beneficios adicionales en el futuro.
Consejo para la ciudadanía
Si experimentas síntomas neurológicos persistentes o recurrentes, como fatiga inexplicada, visión borrosa o debilidad muscular, consulta a un profesional de la salud. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente el pronóstico y la calidad de vida.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad compleja y variable, pero con un enfoque multidisciplinario y el apoyo adecuado, las personas afectadas pueden llevar una vida plena y activa. Desde la Escuela de Pacientes de Castilla y León, promovemos la información y el empoderamiento para que cada persona pueda tomar decisiones informadas sobre su salud.

















