Endocarditis
La endocarditis es una infección del revestimiento interno del corazón, generalmente de las válvulas cardíacas, causada por bacterias u otros microorganismos que llegan al torrente sanguíneo.
Endocarditis
- Infección
- Válvulas cardiacas
- Corazón
Introducción
La endocarditis infecciosa es una inflamación del endocardio, la capa interna del corazón, que suele afectar también a las válvulas cardíacas. Generalmente está causada por una infección bacteriana, aunque también puede deberse a hongos u otros microorganismos. Es una enfermedad grave pero poco frecuente, que requiere un diagnóstico precoz y tratamiento inmediato.
La endocarditis puede afectar tanto a personas con válvulas cardíacas previamente sanas como, con mayor frecuencia, a quienes tienen válvulas dañadas, dispositivos cardíacos implantados o antecedentes de cardiopatías congénitas.
La endocarditis es una enfermedad poco común pero grave, que requiere una atención sanitaria urgente y un seguimiento estrecho. Adoptar hábitos saludables, mantener una buena salud bucal y estar atentos a los síntomas son medidas fundamentales, especialmente para las personas con antecedentes cardíacos. La detección precoz y el tratamiento adecuado marcan la diferencia en el pronóstico.
Síntomas
Los síntomas pueden variar, pero suelen desarrollarse de forma progresiva:
- Fiebre persistente
- Escalofríos y sudoración nocturna
- Fatiga extrema
- Dolor muscular y articular
- Pérdida de apetito y peso
- Manchas rojas en la piel, ojos o uñas (petequias)
- Dificultad para respirar o hinchazón en piernas (si hay insuficiencia cardíaca)
En casos más avanzados, puede haber afectación neurológica o renal por microémbolos que viajan desde el corazón.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la combinación de síntomas, análisis de sangre y estudios de imagen:
- Hemocultivos: para identificar la bacteria causante.
- Ecocardiograma transtorácico o transesofágico: permite visualizar las vegetaciones o daños en las válvulas.
- Análisis de sangre y orina: para detectar signos de infección y afectación sistémica.
- Pruebas de imagen complementarias si se sospechan embolias o afectación en otros órganos.
El uso de los criterios de Duke (clínicos, microbiológicos y ecocardiográficos) es el estándar para confirmar el diagnóstico.
Complicaciones posibles
La endocarditis puede tener consecuencias graves si no se trata a tiempo:
- Insuficiencia cardíaca
- Embolias (ictus, embolia pulmonar, isquemia en extremidades)
- Abscesos cardíacos o sistémicos
- Afectación renal o neurológica
- Destrucción valvular que requiere cirugía
- Muerte, si no se instaura tratamiento adecuado.
Abordaje y tratamiento
El tratamiento se basa en dos pilares fundamentales:
- Antibióticos intravenosos prolongados, guiados por los cultivos y sensibilidad del microorganismo.
- Cirugía cardíaca en algunos casos, especialmente si hay insuficiencia valvular grave, vegetaciones grandes, abscesos, infecciones persistentes o riesgo alto de embolias.
En cuanto a la prevención de recurrencias, se vigilan especialmente los casos con dispositivos cardíacos o válvulas protésicas.
Reducción del riesgo
En vez de "prevención" general, es preferible hablar de "reducción del riesgo en personas vulnerables", ya que no hay vacuna ni medidas preventivas universales:
- Buena higiene bucal: el riesgo de bacteriemia aumenta con infecciones dentales; las revisiones odontológicas periódicas son clave.
- Antibioterapia profiláctica antes de procedimientos dentales invasivos en pacientes con alto riesgo (válvulas protésicas, antecedentes de endocarditis, ciertas cardiopatías congénitas), según recomendaciones de la European Society of Cardiology (ESC, 2023) y la American Heart Association (AHA, 2021).
- Control adecuado de enfermedades de base, como diabetes o enfermedad renal.
- Evitar el uso de drogas intravenosas sin control médico, ya que es una causa frecuente en personas jóvenes.

















