Dolor musculoesquelético
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable subjetiva y compleja que afecta a las personas en todas las áreas de su vida. El dolor crónico representa un problema de salud pública con una significativa repercusión social y económica en la actualidad.
Dolor musculoesquelético
- Dolor muscular
- Artropatías
- Enfermedades óseas
- Enfermedades del tejido conectivo
- Alteración de los tejidos blandos
¿Qué es el dolor musculoesquelético?
El dolor musculoesquelético es aquél que se produce por disfunción o daño de alguno de los órganos o tejidos antes mencionados, que forman el aparato locomotor. Las características del dolor pueden ser muy variadas en cuanto a localización, duración e intensidad. Este dolor puede producir dificultad para realizar las actividades de la vida diaria, y es uno de los motivos más frecuentes por los que se acude a las consultas médicas. Además el dolor suele acompañarse de otros síntomas, como rigidez del cuerpo por las mañanas, alteraciones del sueño o cansancio.
El dolor, en general, es una percepción subjetiva, que está influida por factores psicológicos, sociales y culturales de los individuos y su entorno; por lo tanto, es fundamental tener en cuenta que los factores psicosociales pueden modificar la percepción del dolor aunque no lo originan
Existen diferencias entre hombres y mujeres en la manifestación del dolor, tanto en la fisiología del mismo como en la respuesta a los analgésicos. Los estudios demuestran que las mujeres tienen mayor sensibilidad al dolor muscular, especialmente las más jóvenes, independientemente de los factores psicológicos mencionados.
Según los resultados de las últimas encuestas europeas el dolor musculoesquelético crónico afecta a un porcentaje relativamente alto de la población, que oscila entre el 30-40% en el caso del dolor de espalda en adultos, el 15-20% en el dolor de cuello y hombros y entre 10% y 15% para el dolor de rodilla y el dolor crónico persistente. Es el primer motivo de consulta que reciben los médicos de familia en atención primaria y es más frecuente en las mujeres de cualquier edad y también es más frecuente en las personas mayores, debido a la patología degenerativa osteoarticular.
Anatomía del aparato locomotor
El aparato locomotor, también denominado aparato musculoesquelético, está constituido por los huesos, los músculos, los tendones y los ligamentos. Los huesos forman el esqueleto y los músculos se insertan en los huesos mediante los tendones, permitiendo el movimiento de las articulaciones y el mantenimiento de la postura del cuerpo. Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento. Se forman por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. En el interior de la misma existe, generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el cartílago articular.
Los huesos están formados por una sustancia dura compuesta por calcio y fósforo principalmente y proporcionan la rigidez a la estructura del cuerpo; por otra parte los músculos están formados por tejidos blandos y elásticos lo que les permite estirarse y contraerse. Los tendones y los ligamentos que permiten la fijación de los músculos a los huesos y la unión entre éstos, respectivamente, están formados por tejidos fibrosos y muy resistentes.
Causas y clasificación del dolor musculoesquelético
Teniendo en cuenta las causas que producen este tipo de dolor las patologías se clasifican en seis grandes grupos:
- Artropatías degenerativas (artrosis)
- Artropatías inflamatorias (artritis, tendinitis, bursitis)
- Artropatías por enfermedad metabólica (gota)
- Enfermedades óseas (osteoporosis)
- Alteración de los tejidos blandos o dolor de origen muscular (dolor miofascial, fibromialgia)
- Enfermedades del tejido conectivo (lupus, esclerodermia, vasculitis.
Consejos para mejorar la calidad de vida
Cada enfermedad o síndrome descritos tienen un tratamiento farmacológico específico dirigido, en la mayor parte de los casos, a paliar los síntomas y las características biológicas que originan el dolor que son comunes en el aparato musculoesquelético, y en otros casos, cuando es posible, están dirigidos a conseguir la curación total.
Por las características y la función de los órganos afectados en estas patologías hay muchos tratamientos no farmacológicos comunes a todas ellas. Estos otros tratamientos se dirigen a intentar corregir o eliminar factores de riesgo que son modificables por las personas afectadas y que contribuyen al deterioro de los órganos y a su función en el cuerpo. El tratamiento de estos pacientes debe tener en cuenta los factores psicosociales, modificando los comportamientos y las creencias que las personas tienen de su dolor y de su discapacidad.
Estos consejos y recomendaciones son:
- Evitar el sobrepeso ya que afecta sobre todo a las articulaciones que soportan mayor carga como las rodillas, las caderas o las vertebrales, especialmente las de la región lumbar.
- Evitar los movimientos repetitivos y la sobrecarga producida por una actividad laboral o deportiva sobre las articulaciones afectadas.
- Observar unas normas de higiene postural, sobre todo en el ambiente laboral, procurando en todo momento mantener la postura del cuerpo en equilibrio, sin tensiones ni en los músculos ni en las articulaciones. Para esto es importante conocer cu ál es la postura anatómica correcta y disponer de sillas, reposapi es o calzado adecuado. También evitar permanecer de pie mucho tiempo si hay afectación en los miembros inferiores.
- En algunos casos y bajo la indicación médica, seguir un tratamiento rehabilitador o lo que también se denomina terapia física: ultrasonidos, ejercicios de estiramiento, rayos infrarrojos, masajes o manipulación muscular.
- El apoyo psicológico con técnicas de relajación, educar en hábitos saludables y actitud activa, y evitar el estrés. Los trastornos emocionales, ansiedad y depresión suelen asociarse con este tipo de enfermedades y es importante tratarlos para mejorar el cuadro de dolor.
- Mantener una actitud positiva es fundamental y eso va a permitir tomar las mejores decisiones y el control de la enfermedad.
- Mantener una dieta sana y equilibrada baja en grasas, sal y azúcar, con las recomendaciones adecuadas para cada caso evitando el consumo excesivo de alcohol y de tabaco. En algunos casos será necesario el aporte de vitamina D que se forma de manera natural en el contacto de la radiación solar con la piel. En estos casos donde la densidad del hueso es el problema se necesitará un aporte en la dieta de alimentos ricos en calcio como leche y derivados, pescado y frutos secos.
- Para evitar las fracturas es importante mantener una visión adecuada, calzado adecuado, luminosidad correcta en los domicilios y espacios libres de obstáculos. Todos estos tratamientos, en conjunto, logran reducir el malestar y el dolor muscular, aumentan la movilidad de las distintas articulaciones afectadas y permiten que el paciente pueda mejorar su calidad de vida y reintegrarse a la actividad habitual.
Enlaces de interés
Portal web de la Sociedad Española del Dolor
Escuela de prevención destinada a que los niños y jóvenes identifiquen, prevengan y controlen los posibles riesgos laborales http:// www.prevencioncastillayleon.com/escueladeprevencion/ESCUIndex.do
Web que incluye vídeos y consejos sobre las lesiones más frecuentes en el ámbito deportivo y laboral
Sitio oficial de la Liga reumatológica española
Sitio oficial de la Sociedad Española de Reumatología
http://www.ser.es/

















