Distrofia muscular de Duchenne
La distrofia muscular de Duchenne (DMD) es una enfermedad genética, progresiva y grave, que afecta principalmente a los niños varones y se caracteriza por la debilidad y degeneración progresiva de los músculos.
Distrofia muscular de Duchenne
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Causas
Está causada por la ausencia de distrofina, una proteína esencial para el funcionamiento y la estabilidad del músculo. Sin esta proteína, las fibras musculares se dañan con facilidad y no se regeneran correctamente.
La DMD es la forma más común de distrofia muscular infantil y afecta aproximadamente a 1 de cada 3.500-5.000 niños nacidos varones. Aunque actualmente no tiene cura, el tratamiento precoz y multidisciplinar puede mejorar significativamente la calidad y esperanza de vida.
La DMD es una enfermedad ligada al cromosoma X. Esto significa que:
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Afecta casi exclusivamente a niños varones.
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Las mujeres portadoras del gen alterado suelen no presentar síntomas o tener síntomas leves.
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Se produce por una mutación en el gen DMD, que impide la producción de distrofina.
En algunos casos, la mutación es heredada; en otros, aparece de forma espontánea.
Tipos
Existen diferentes formas de distrofias musculares, pero la Duchenne se distingue por su inicio precoz (entre los 2 y 5 años) y su rápida progresión.
También existe una forma relacionada, la distrofia muscular de Becker, que es menos grave y progresa más lentamente, debido a una producción parcial de distrofina.
Síntomas
Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 2 y los 5 años de edad. Entre los más comunes están:
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Retraso en el desarrollo motor: dificultad para correr, saltar o subir escaleras.
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Marcha inestable o caída frecuente.
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Aumento del tamaño de las pantorrillas (seudohipertrofia).
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Dificultad para levantarse del suelo, utilizando las manos para apoyarse en las piernas (signo de Gowers).
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Pérdida progresiva de fuerza muscular, primero en las extremidades inferiores, luego en las superiores.
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A partir de la adolescencia, pueden aparecer problemas respiratorios y cardíacos.
Con el tiempo, la mayoría de los niños requieren silla de ruedas antes de la adolescencia, y pueden desarrollar complicaciones respiratorias y cardíacas.
Diagnóstico
El diagnóstico puede sospecharse clínicamente y se confirma con:
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Análisis de sangre que muestra niveles elevados de CPK (creatina fosfoquinasa), una enzima que se libera cuando los músculos están dañados.
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Estudio genético del gen DMD, que identifica la mutación responsable.
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En algunos casos, se realiza una biopsia muscular, aunque hoy día suele evitarse si el diagnóstico genético es concluyente.
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Evaluación cardiológica y respiratoria, ya que pueden existir alteraciones incluso antes de que aparezcan síntomas evidentes.
Tratamiento
No existe cura, pero los tratamientos actuales permiten retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida:
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Corticoides orales (como deflazacort o prednisona), que ayudan a preservar la fuerza muscular durante más tiempo.
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Fisioterapia diaria y ortesis, para mantener la movilidad y prevenir contracturas.
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Rehabilitación respiratoria y uso de dispositivos de asistencia cuando es necesario.
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Evaluación y tratamiento cardiológico precoz, con medicamentos que protejan la función del corazón.
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Nuevas terapias génicas o moleculares, como la terapia de salto de exón (exon skipping) en casos con mutaciones específicas.
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Atención psicológica, educativa y social.
El tratamiento debe ser personalizado y coordinado por un equipo multidisciplinar (neurología, rehabilitación, neumología, cardiología, psicología, trabajo social, enfermería especializada…).
Cuidados y apoyo
La DMD afecta tanto al niño como a su entorno familiar, por lo que el apoyo debe ser integral y continuo:
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Educación sanitaria y emocional a la familia.
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Apoyo escolar, con adaptaciones según las necesidades físicas y cognitivas del niño.
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Coordinación entre profesionales sanitarios, educativos y sociales.
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Acceso a ayudas técnicas (sillas de ruedas, grúas, camas articuladas…).
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Apoyo psicológico, tanto para el paciente como para sus cuidadores.
Las asociaciones de pacientes desempeñan un papel clave en el acompañamiento emocional, la información y la defensa de derechos. En Castilla y León, puedes consultar las asociaciones relacionadas con enfermedades raras, como la distrofia muscular de Duchenne, a través del siguiente directorio oficial:
Directorio de asociaciones de pacientes y familiares – Enfermedades raras
Estas asociaciones ofrecen orientación, recursos, talleres, apoyo entre iguales y conexión con redes nacionales e internacionales.
Recomendaciones
Ante cualquier retraso en el desarrollo motor o debilidad muscular en un niño, es fundamental consultar con el pediatra para una valoración precoz. El diagnóstico temprano y el inicio rápido del tratamiento especializado pueden mejorar considerablemente la evolución. Es importante seguir las pautas de ejercicio, fisioterapia y tratamiento farmacológico indicadas, así como asistir regularmente a los controles neurológicos, respiratorios y cardíacos. La implicación familiar, el acceso a recursos escolares adaptados y el acompañamiento emocional son esenciales para mantener el bienestar y la participación activa del niño en su entorno. Aunque la DMD es una enfermedad compleja, cada vez hay más avances científicos y sociales que permiten mejorar la esperanza y calidad de vida de quienes la padecen.

















