Atención a la persona con demencia
El objetivo principal de una persona cuando asume los cuidados es dirigir sus esfuerzos para conseguir la mayor autonomía posible de la persona con demencia.
Atención a la persona con demencia
- Enfermedades neurológicas
- Alzheimer
- Cuidados
- Personas cuidadoras
- Personas mayores
Introducción
La atención a la persona con demencia va a depender de la fase de la enfermedad en que se encuentre.
El objetivo principal de una persona cuando asume los cuidados es dirigir sus esfuerzos para conseguir la mayor autonomía posible de la persona con demencia.
En las fases más iniciales, la persona con demencia requerirá supervisión y vigilancia por parte del cuidador pero es conveniente que siga realizando las actividades de la vida diaria porque en estas fases iniciales aún mantiene la capacidad para llevar una vida independiente a nivel doméstico.
A medida que la enfermedad avance, la persona con demencia tiene disminuida o anulada la capacidad para llevar a cabo, por sí misma, las acciones adecuadas que satisfacen sus necesidades básicas de la vida diaria como comer, vestirse, asearse, usar el inodoro (W.C.) y caminar o moverse o las actividades derivadas de su situación de dependencia como pueden ser tomar la medicación, ir a las consultas, desplazarse fuera de su domicilio, relacionarse con otras personas, hacer compras, realizar gestiones u otras en las que vea disminuida su capacidad para realizarla.
En este apartado se exponen algunos de los cuidados que puede prestar, pero tenga siempre en cuenta que su responsabilidad no es la de curar sino la de "cuidar". Por tanto, siga siempre los consejos que le dará el personal sanitario tanto para prevenir como para cuidar ante determinadas situaciones.
La persona cuidadora y el entorno familiar
Vivienda
Es conveniente realizar una serie de adaptaciones en la vivienda de una persona con enfermedad de Alzheimer porque la sensación de inseguridad puede aumentar la sintomatología de la enfermedad. Estos cambios deben hacerse de forma paulatina.
Con estas adaptaciones trataremos de prevenir los accidentes domésticos, evitar las consecuencias de las dificultades cognitivas y disminuir las limitaciones físicas que progresivamente irá presentando una persona con enfermedad de Alzheimer.
Conseguir una mayor facilidad de uso de los objetos y del entorno no sólo beneficia al enfermo, también al cuidador.
Para ello, la casa se debe mantener ordenada, despejada y confortable y con las suficientes referencias espaciotemporales que favorezcan el mantenimiento del contacto de la persona con la realidad, el entorno y la sociedad.
Estos consejos se irán aplicando progresivamente a medida que van apareciendo problemas concretos.
Disminuir al máximo las situaciones de riesgo:
- Eliminar tapetes y alfombras para evitar caídas.
- Quitar muebles ligeros que puedan caerse con facilidad. Dejar espacios diáfanos sin obstáculos por donde puedan moverse con comodidad.
- Cuidado con los suelos deslizantes.
- Eliminar cables con los que pueda tropezar.
- Poner seguros en puertas y ventanas.
- Colocar interruptores de luz o puntos de luz que proporcionen una buena iluminación. Mantener puntos de luz por la noche.
- Si en la casa existen escaleras, colocar un pasamano, señalizar bien los escalones y procurar que esté bien iluminada.
- Retirar los objetos que no le producen ninguna emoción dejando aquellos objetos personales a los que le une un vínculo afectivo (fotografías, recuerdos familiares,…).
- Quitar objetos de cristal que se puedan caer y romper.
- Cuidado con elementos que puedan quemar (estufas, chimeneas,…).
- Quitar objetos con los que se pueda cortar (cuchillos, tijeras,..).
- Quitar objetos pequeños que se puedan tragar.
- Quitar utensilios con los que pueda hacer fuego (cerillas, mecheros).
- Cuidado con los medicamentos y productos de limpieza.
Alimentación
Las personas con demencia, como todas las personas, necesitan una dieta variada rica en frutas, verduras, proteínas de calidad, legumbres y cereales integrales. El aporte de fibra es importante para evitar el estreñimiento. Aunque en este caso, es importante elegir los ingredientes adecuados y prepararlos y presentarlos de la forma más adecuada en cada fase de la enfermedad. Buscar siempre sabores suaves y evitar los alimentos muy condimentados.
No se olvide del agua. Es conveniente beber alrededor de un litro y medio de agua al día. El agua, junto con el aporte de fibra y el ejercicio físico, ayudará a prevenir el estreñimiento.
Es necesario establecer un horario de comidas y mantenerlo como una rutina. Realizar pequeñas comidas a lo largo del día (cuatro o cinco).
En las primeras fases es conveniente que la persona ayude en la preparación de las comidas y que ayude a poner la mesa, mientras pueda hacerlo.
Las horas de las comidas son un momento importante que pueden requerir tiempo, dependiendo de la consciencia o la dificultad de movimientos para masticar y tragar el alimento que tenga la persona. Es importante que propicie un entorno tranquilo para evitar distracciones y hacerlo sin prisas para evitar atragantamientos y que pueda disfrutar de la comida.
El vestido
En las primeras fases de la enfermedad, por lo general, tiene que enfrentarse a las dificultades que le genera la pérdida de memoria, especialmente para elegir la ropa, vestirse y abrochar las cremalleras o los botones, si los hubiera. Usted le comunicará siempre en todo momento lo que va a hacer. En estos casos le dirá por qué ha elegido una ropa y no otra, transmitiéndole una sensación de confort y bienestar.
Las siguientes recomendaciones pueden resultarle útiles:
- Permita que vestirse sea una rutina diaria, para ello procure que sea a la misma hora y que la ropa esté a la vista y accesible.
- En el armario, deje a su alcance sólo aquella ropa que se va a poner sin que haya muchas opciones donde elegir.
- En la medida en que pueda elegir, deje que escoja la ropa que se va a poner cada día. Si la persona no puede elegir las prendas, vaya dándoselas de una en una para que se las ponga.
- Utilice ropa amplia, con elásticos, fácil de abrochar y calzado con cierre adhesivo.
- Dele tiempo para vestirse, sin prisas.
- Ayúdele a que se ocupe de guardar siempre la ropa y complementos en el mismo sitio para evitar olvidos y despistes.
Higiene
La higiene de las personas, sea cual sea su nivel de autonomía, cumple diversas funciones como eliminar las secreciones y excreciones del cuerpo y con ello los microorganismos que pueden producir infecciones. Por otra parte, con la higiene se fomenta el descanso, produciendo relax y tranquilidad, además de mejorar el aspecto físico y acondicionar la piel.
Si la persona con demencia puede tomar un baño o una ducha siga estos consejos:
- Procure respetar sus costumbres anteriores a la hora del baño o el aseo.
- Prepare todo lo necesario para el aseo colocándolo en un sitio visible, siempre el mismo y de la misma manera.
- Disponga la ropa que se vaya a poner cuando finalice el aseo.
- Dígale que es la hora de bañarse o ducharse.
- Anímele a desvestirse indicándole como debe hacerlo con palabras o con una demostración. Si no puede hacerlo, ayúdele.
- Ayúdele a entrar y salir de la bañera o la ducha. Si tiene asiento, anímele a sentarse.
- Deje que la persona se jabone, ayudándole en aquellas partes donde no alcance.
- Cuidado con la temperatura del agua.
- Indíquele que debe secarse y ayúdele si no es capaz de hacerlo.
- Ayúdele a vestirse dándole las prendas una a una.
El sueño
Los trastornos del sueño, como el insomnio, son frecuentes en las personas con demencia y pueden estar generados por la inactividad, la medicación, la depresión, la propia enfermedad neurodegenerativa u otros factores.
Las personas con demencia tienen alterado su ritmo biológico bien por disminución de la melatonina, una hormona que regula los ritmos del sueño, o por las propias alteraciones cognitivas derivadas de la enfermedad. Estas dos circunstancias hacen que estas personas presenten insomnio, agitación, desorientación, ansiedad, irritabilidad o deambulación en las últimas horas del día, lo que se ha descrito como "Síndrome del Ocaso".
Es importante que prevenga el insomnio de la persona dependiente para que pueda cuidarla en las mejores condiciones. El descanso repercute directamente en el bienestar y en la salud de las personas tanto de los cuidadores y cuidadoras como de la persona dependiente.
Recomendaciones para el descanso:
- Procure que el descanso de la siesta sea corto, media hora aproximadamente, y mejor que descanse recostada/o en un sillón evitando dormir en la cama.
- Facilite a la persona a la que cuida que se mantenga activa durante el día evitando que esté adormilada. Que realice ejercicio físico, paseos, tareas en la medida de lo posible.
- Durante las horas de sueño procure que la habitación esté confortable, sin ruidos ni demasiada luz y con la temperatura adecuada.
- Es importante mantener una rutina de horarios y actividades antes del descanso disminuyendo los estímulos, como la televisión encendida, exceso de ruidos, evite conversaciones que pueden generar discusión o una carga emocional importante,….,procure crear un ambiente que propicie la calma para que la persona identifique que el día ha terminado y ahora va a descansar.
- Procure que cene como mínimo dos horas antes de acostarse y no le de mucha cantidad de alimento. Si la digestión es pesada le impedirá conciliar el sueño.
- Evite los obstáculos en la habitación por si se levanta a lo largo de la noche, ya que puede tropezar. Mantenga un punto de luz.
El ejercicio físico
El ejercicio físico es la actividad más importante para conservar las funciones cognitivas. Además, genera bienestar psicológico y mejora la calidad de vida de las personas con demencia.
Es importante realizar actividad física de forma regular. Hay que evitar el sedentarismo y llevar una vida activa en la medida de lo posible. Si puede, matricúlese en actividades deportivas para personas mayores. Si no le apetece, camine 1 hora todos los días.
La actividad no tiene por qué ser extenuante. También es útil practicar actividades como el yoga, el tai chi o prácticas de movimiento consciente como el mindfulness. Si la actividad se realiza en grupos mejor aún porque contribuye a relacionarse con otras personas y mantener una adecuada vida social. Participar en actividades en grupo mejora la autoestima y el bienestar emocional y evita al aislamiento.
Las personas con demencia en fases más avanzadas pueden tener limitaciones en el movimiento. La movilización del cuerpo, bien de forma activa o pasiva, es necesaria para evitar los problemas respiratorios, las afecciones circulatorias como, por ejemplo, la tensión baja o las piernas hinchadas o las alteraciones de la piel (úlceras por presión). Por tanto, hay que facilitar la realización de actividad física siempre que sea posible, como dar paseos, encargarle tareas de la casa o realizar una tabla de ejercicios físicos.
Relación
El cuidado de una persona que tiene disminuida o anulada su capacidad para desarrollar sus necesidades básicas requiere ante todo respeto a su dignidad como persona, por tanto el objetivo fundamental de la cuidadora o el cuidador es proteger la dignidad de la persona dependiente. Esto supone que la persona es importante para usted.
Siga estos consejos generales para que el día transcurra con tranquilidad y pueda realizar las actividades diarias:
- Respete su intimidad y su privacidad.
- Mantenga una buena comunicación con la persona dependiente.
- Diríjase a ella por su nombre y mírela a sus ojos para que entienda que quiere hablarle.
- Identifíquese, dígale quien es usted.
- Utilice frases y palabras sencillas.
- Infórmela en todo momento de lo que está haciendo, dándole la oportunidad de elegir y decidir.
- Respete su tiempo para reaccionar teniendo en cuenta su limitación. No se adelante a realizar las tareas que le corresponden a ella o él.
- Respete su autonomía permitiéndole que haga aquello para lo que está capacitado/a y haga que se sienta útil.
- Aunque tenga dificultad para comunicarse o para entender, cuente con su presencia en las conversaciones.
Las conductas difíciles
En el cuidado de una persona con demencia pueden crearse situaciones de comportamiento que dificultan la comunicación y que pueden estar generadas por el deterioro cognitivo progresivo debido a la propia enfermedad. Estos comportamientos pueden ser de diferentes tipos: la agresividad o la ira, la inactividad, las alucinaciones, la intranquilidad o agitación o el insomnio.
Prevención
Caídas
En el cuidado de una persona con demencia se debe considerar la importancia de mantener la actividad física facilitándole los desplazamientos en su entorno y la realización de ejercicios que le ayuden a reforzar el tono muscular y que le den más fuerza, mejor equilibrio y la adecuada coordinación de los movimientos.
En primer lugar hay que tener en cuenta las características individuales de la persona con sus limitaciones. Estas son:
- El cuidado de los sentidos, fundamentalmente de la vista y el oído, para esto se le facilitará el uso de gafas y/o de audífonos.
- Hay que prestar especial atención a los pies para que el apoyo y el movimiento de la marcha se realicen correctamente. Es importante que el calzado proteja los pies aportando estabilidad, sujeción y calor.
- Si tiene comprometido el equilibrio de la marcha puede ayudarse con andadores o bastones.
Úlceras por presión
Las úlceras por presión o escaras son lesiones de la piel, producidas por la presión de una zona del cuerpo en la que el hueso está más próximo a la piel, de manera constante durante mucho tiempo, lo que hace que no llegue suficiente sangre a la piel y a los músculos que están en contacto con el hueso.
Recursos y guías
Guías
- Guía para personas cuidadoras
- Adaptación de la vivienda para personas con demencia
- La alimentación para personas con demencia
- El vestido en personas con demencia
- La higiene en personas con demencia
- La eliminación de heces y orina en personas con demencia
- La persona cuidadora y el entorno familiar
- El sueño en personas con demencia
- Ejercicio físico - Movilizaciones y desplazamientos de personas con demencia
- Comunicación y relación con personas con demencia
- Las conductas difíciles en personas con demencia
- Prevención de las caídas en personas con demencia
- Prevención y curación de las úlceras por presión

















