Escuela de pacientes

El cuidado integral de la salud debe adaptarse a las circunstancias, capacidades y necesidades de cada persona con discapacidad, garantizando una atención accesible, coordinada y centrada en la persona.

Atención sanitaria inclusiva y accesible

• Es fundamental asegurar el acceso a revisiones médicas periódicas, programas de vacunación, cribados poblacionales y el seguimiento adecuado de enfermedades crónicas (como diabetes, hipertensión, epilepsia o enfermedades raras), siempre respetando los principios de equidad y accesibilidad.
• En Castilla y León, se promueve el trabajo de los equipos de atención primaria para ofrecer una atención cercana y adaptada, con especial atención a personas en situación de dependencia o con necesidades complejas.

La salud mental también requiere atención específica: es importante detectar señales de ansiedad, depresión o aislamiento, especialmente en situaciones de dependencia o exclusión. El acompañamiento emocional, el fomento de la autoestima y la participación en actividades significativas son claves para el bienestar.

La trabajadora social del centro de salud puede orientar sobre recursos de apoyo, programas psicológicos o servicios especializados. Además, la educación para el autocuidado debe adaptarse a las capacidades de cada persona, favoreciendo su participación activa en su salud.

Una alimentación adecuada y un buen descanso son fundamentales para la salud y el bienestar. Es importante adaptar la dieta a las necesidades individuales, teniendo en cuenta posibles dificultades de masticación, deglución o condiciones médicas. El seguimiento por parte de profesionales sanitarios puede ayudar a prevenir la malnutrición o el sobrepeso.

Dormir bien favorece el estado de ánimo, la concentración y la autonomía. Es útil mantener rutinas, reducir estímulos antes de dormir y consultar si hay problemas persistentes.

También es esencial seguir correctamente los tratamientos médicos y terapias indicadas. La participación activa en el cuidado propio, con el apoyo de personas cuidadoras o profesionales si es necesario, mejora los resultados de salud y refuerza la autonomía.

Promover la autonomía personal implica respetar las decisiones y capacidades de cada persona, proporcionando los apoyos necesarios para que puedan desarrollar su proyecto de vida con dignidad y en igualdad de condiciones.

Apoyos profesionales y legales

• Ley 1/2024, de apoyo al proyecto de vida de las personas con discapacidad en Castilla y León: Reconoce el derecho de las personas con discapacidad a recibir apoyos adecuados para desarrollar su proyecto de vida, garantizando su voluntad y preferencias como eje de toda intervención.
• Es fundamental contar con el acompañamiento de profesionales como la trabajadora social del centro de salud, figura clave para informar sobre recursos disponibles, ayudas económicas, valoración de la situación de dependencia, servicios de apoyo a domicilio, solicitud de asistencia personal y orientación hacia los servicios sociales municipales o autonómicos.

Equipos de Promoción de la Autonomía Personal (EPAP)

• Los EPAP de Castilla y León trabajan con personas con discapacidad y/o dependencia, promoviendo su integración y autonomía mediante intervenciones individualizadas en el entorno familiar y comunitario.

Adaptación del entorno y tecnologías de apoyo

• La adaptación del entorno —hogar, transporte, espacios públicos— es clave para la accesibilidad y la participación.
• Las tecnologías de apoyo, los productos de apoyo y la formación en habilidades de vida diaria permiten una mayor independencia en la vida cotidiana.
• Existen ayudas y recursos para facilitar el acceso a estos elementos.

Servicios y recursos disponibles

• El Catálogo de Servicios Sociales de Castilla y León (CATDISS) incluye prestaciones como ayuda a domicilio, teleasistencia, asistencia personal, centros de día y acceso a productos de apoyo.
• La Junta de Castilla y León también publica recomendaciones para favorecer la autonomía y materiales de apoyo tanto para personas con discapacidad como para sus cuidadores/as.

La participación activa en la comunidad favorece la inclusión social, el bienestar emocional y la calidad de vida. Todas las personas tienen derecho a formar parte de su entorno, expresar sus opiniones y tomar decisiones que afectan a su vida.

En Castilla y León, se promueve la vida en comunidad a través de actividades culturales, deportivas, educativas o de voluntariado, con apoyos cuando son necesarios. Las entidades locales, asociaciones y centros cívicos ofrecen espacios accesibles para el ocio, la formación y la participación social.

Mantener relaciones con otras personas, sentirse útil, colaborar en iniciativas o simplemente disfrutar del entorno son aspectos esenciales. La adaptación del entorno físico y social es clave para facilitar esta participación, así como la sensibilización del conjunto de la sociedad.

La trabajadora social del centro de salud o de los servicios sociales puede informar sobre actividades, recursos y asociaciones del entorno, así como acompañar en el acceso a los mismos.

El cuidado de una persona con discapacidad puede implicar una gran dedicación física, emocional y social para familiares o personas cuidadoras. Por eso, es fundamental reconocer y apoyar a quienes asumen esta labor.

En Castilla y León, existen recursos y servicios para el apoyo a cuidadores/as, como programas de respiro familiar, grupos de apoyo, orientación y formación para mejorar sus habilidades y reducir el estrés.

La trabajadora social del centro de salud es un recurso clave para informar sobre estas ayudas y facilitar el acceso a servicios de atención domiciliaria, teleasistencia o apoyo psicológico.

Cuidar a quienes cuidan mejora su bienestar y, a su vez, la calidad del cuidado que pueden ofrecer, favoreciendo un entorno más saludable para toda la familia.