Casi la mitad de las toxiinfecciones alimentarias cuyo agente etiológico se identifica están causadas por bacterias del género Salmonella, dando lugar a la denominada Salmonelosis, enfermedad con sintomatología mayoritariamente de tipo gastrointestinal y en algunos casos especialmente grave.

Muchos alimentos, particularmente los de origen animal, son vehículo de este patógeno al hombre, principalmente durante el verano, época en la que se registra un mayor número de brotes de enfermedades de origen alimentario causadas por el consumo de alimentos aparentemente en buen estado pero contaminados por la bacteria que encuentra durante los meses de más calor las condiciones óptimas para su desarrollo. Igualmente existen otras bacterias que pueden producir brotes con sintomatología gastrointestinal.

Como en años anteriores, desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, se quiere incidir en la necesidad de adoptar una serie de medidas sencillas para evitar esta enfermedad.

EVITEMOS LA SALMONELOSIS

¿Qué es la Salmonella?

La Salmonella es un germen que puede encontrarse con frecuencia en los alimentos, el agua y el medio ambiente contaminados con heces procedentes de animales o personas infectadas.

Las bacterias pasan a los alimentos a través de manos sin lavar, superficies de trabajo sucias o de otros alimentos crudos, contaminados o insuficientemente cocinados.

Los huevos y sus derivados poco cocinados o crudos (mahonesas, clara batida, y cremas), las carnes, especialmente de ave, y el pescado, son los alimentos más frecuentemente contaminados, aunque la Salmonella también puede encontrarse en marisco y otros alimentos.

¿Cómo debe evitar la salmonelosis?

Sea exigente en la higiene personal y especialmente:

  • Lave sus manos con agua caliente y jabón al inicio de la jornada de trabajo, después de ir al servicio y siempre antes de preparar o servir alimentos.
  • Sea muy cuidadoso con su higiene personal y especialmente en caso de diarreas.
  • Comunique a su médico las enfermedades que ocasionalmente pudiera padecer y en especial en casos de diarreas.
  • Mantenga alejados de los lugares de preparación de comidas a sus mascotas y otros animales.

Compre y almacene los alimentos racionalmente.

  • Adquiera sus productos únicamente en establecimientos autorizados.
  • Exija la documentación comercial de acompañamiento.
  • Refrigere las carnes, pescados, mariscos y moluscos lo antes posible tras su adquisición o recepción.
  • Impida que las carnes, pescados y huevos puedan escurrir sobre otros alimentos que van a ser consumidos en crudo.
  • Adquiera únicamente huevos etiquetados de categoría A.
  • Los huevos fisurados, rotos o sucios no pueden ser utilizados en los establecimientos de restauración.
  • Almacene los huevos en refrigeración o en lugar fresco y seco y respete la fecha de consumo preferente indicada en los envases o en el propio huevo.

Extreme las precauciones al preparar la comida:

  • Mantenga limpias las superficies, recipientes y utensilios en contacto con los alimentos antes y después de cada uso.
  • En la elaboración de mayonesas, salsas y cremas no pueden utilizarse huevos frescos, su elaboración se hará exclusivamente con ovoproductos.
  • No rompa el huevo en el borde de los recipientes donde los vaya a batir y emplee el recipiente únicamente para esta operación.
  • No separe las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.
  • Evite servir alimentos poco cocidos que contengan huevos crudos y cuaje bien las tortillas.
  • Descongele las carnes y pescados en recipientes cerrados en el frigorífico o en el microondas.
  • Evite servir carnes insuficientemente cocinadas, especialmente las de ave.
  • Cocine suficientemente los mariscos y moluscos adquiridos vivos.

Conserve la comida preparada adecuadamente:

  • No ponga en contacto los alimentos crudos con la comida preparada.
  • Utilice recipientes herméticos para guardar y mantener refrigerada la comida preparada.
  • Conserve en el frigorífico los alimentos cocinados y sobras de comida hasta su consumo.
  • La mayonesa y salsas similares debe mantenerse en frigorífico una vez abierto el envase.
  • Mantenga a una temperatura menor o igual a 8ºC los alimentos con vida útil menor de 24 horas.
  • Mantenga a una temperatura menor o igual a 4ºC los alimentos con vida útil mayor de 24 horas.
  • Los alimentos conservados en caliente se han de mantener a temperatura igual o superior a 65ºC.
  • Para regenerar comidas refrigeradas o congeladas se recalentarán en el menor tiempo posible, asegurándose de que se alcance en el centro del producto una temperatura igual o superior a 65ºC.
  • No exponga las comidas preparadas o aperitivos sobre la barra, a temperatura ambiente y sin la adecuada protección que evite su contaminación.