• La Junta ha aprobado la contratación, por más de 1,6 millones de euros, del suministro de 120.000 reactivos de biología molecular necesarios para la detección y cribado del virus del papiloma humano


En Castilla y León, el cáncer de cuello de útero alcanza una prevalencia de 1,71 casos por cada 100.000 mujeres, siendo una enfermedad en cuyo desarrollo tiene una relevancia fundamental los virus del papiloma humano (V.P.H.)


Se trata por tanto de una dolencia de transmisión sexual en la que la prevención, especialmente en edades tempranas próximas al inicio de la actividad sexual y la detección precoz son básicas para evitar la aparición de lesiones precancerosas y de tumores de cérvix.


Para evitar los problemas derivados de la exposición a los virus relacionados con la aparición del cáncer de cuello de útero, la Junta de Castilla y León mantiene su estrategia preventiva frente al V.P.H., basada en la prevención primaria, mediante la vacunación de las niñas de catorce años y la secundaria, a través de los programas de citologías cérvico-vaginales periódicas y la realización de pruebas de determinación del tipo de virus del papiloma humano o cribados.


A este objeto, el Consejo de Gobierno de la Junta aprobó ayer la contratación, presupuestada en 1.684.800 euros, del suministro de reactivos, la toma de muestras y del material fungible necesario para la determinación del V.P.H. mediante técnicas analíticas de biología molecular mediante diagnóstico "in vitro".


Este nuevo contrato ahora tramitado cuenta con un presupuesto de licitación que reduce en un 35,5% el anterior, concretamente en 736.700 euros.


Sanidad dispondrá de 120.000 reactivos para la detección y tipado de los virus del papiloma humano, con los que atender las necesidades del programa a lo largo de los dos años (60.000 pruebas anuales) a los que se refiere este expediente de suministros.


En 2011, un total de 53.723 mujeres en Castilla y León accedieron al cribado como prueba complementaria de las citologías vaginales que el Programa de detección precoz del cáncer de útero ofrece, principalmente, a mujeres de entre 35 y 65 años con mayores factores de riesgo.


Los positivos al V.P.H. se dieron en 4.975 participantes, detectándose los virus 16 y 18 -los más directamente relacionados con la aparición de lesiones precancerosas y de tumores de cérvix- en 868 mujeres.


La prevención y detección precoz del cáncer de cuello de útero en Castilla y León cuenta, en este ejercicio de 2012, con 3,4 millones de euros dirigidos a la realización de sus distintos programas: la vacunación frente al virus del papiloma humano de las niñas que cumplen catorce años a lo largo de este año (nacidas en 1998); la realización de pruebas citológicas a mujeres de entre 20 y 65 años, en lo que constituye un cribado primario dirigido a detectar precozmente posibles cánceres de cérvix; y, como complemento a estas citologías, la realización de una prueba complementaria, mediante reactivos de biología molecular, a aquellas participantes del programa de entre 35 y 65 años con factores de riesgo.


La relevancia de estos cribados estriba, no sólo en la detección precoz sino también por el estudio y la definición de los virus del papiloma humano circulantes -tipado-, con lo que los resultados de las pruebas efectuadas son esenciales para el diseño y la eficacia de las vacunas administradas frente al V.P.H., al conocer la circulación de los virus del papiloma humano.