Ambas consejerías dan un paso más en la coordinación sociosanitaria y firman un convenio para abrir, en este último trimestre del año, las primeras cincuenta plazas en cuatro centros residenciales de personas mayores de Valladolid y Segovia, tras la experiencia piloto desarrollada con éxito en la residencia de personas mayores 'La Rubia'. Las otras 77 plazas se abrirán a lo largo del próximo año en León, Burgos, Palencia y Zamora.

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, han suscrito hoy un convenio de colaboración por el cual se comprometen a crear las primeras 50 plazas en unidades de convalecencia sociosanitaria en el último trimestre de este año. Las plazas se abrirán en centros residenciales de personas mayores propios de la Gerencia Regional de Valladolid (30) y de Segovia (20).

Pero el compromiso de ambas consejerías va más allá. Se pondrán en marcha 77 plazas más antes de que finalice el próximo año. En el primer semestre se abrirán 57 plazas: 31 en León y Ponferrada, y 26 en Burgos. Y en el segundo semestre, abrirán sus puertas otras 20 plazas: 11 en Palencia y 9 en Zamora. La previsión es, por tanto, que Castilla y León cuente antes de que finalice 2014 con un conjunto de 127 plazas en ocho unidades de convalecencia sociosanitaria, que podrían atender a aproximadamente 600 personas a lo largo de un año completo.

El objetivo que se persigue es reservar en residencias de personas mayores unidades específicas para que una persona en situación de dependencia con un proceso crónico de enfermedad o una patología asociada al envejecimiento reciba, una vez que está estable y a su salida del hospital, cuidados sociales y sanitarios de baja intensidad de forma simultánea mientras logra su recuperación o rehabilitación. Esas personas, además, deberán presentar siempre necesidades sociales, bien porque necesitan cuidados que excedan de la capacidad de un cuidador, carezcan de un cuidador o residan en una vivienda con barreras arquitectónicas.

Podrán acceder, por tanto, a estas unidades, personas con incapacidad funcional severa que dificulte sus actividades básicas de la vida diaria, independientemente de la causa y sin posibilidad de mejora, y que precisen cuidados médicos o de enfermería de mayor intensidad que los prestados en el domicilio. Y también tendrán derecho aquellas personas con incapacidad temporal funcional secundaria por procesos neurológicos, traumatológicos, reumatológicos, cardiopatías o neumopatías, con posibilidad de mejora con tratamiento rehabilitador. En ambos casos, deberán tener necesidades sociales.

El acceso a estas unidades, tal y como han explicado ambos consejeros, se realizará de forma muy ágil. Serán los propios hospitales de referencia quienes valoren la necesidad y la falta de apoyos sociales, y recomienden a la persona acudir a una Unidad de Convalecencia Sociosanitaria durante su recuperación.

El tiempo de permanencia en la unidad será de dos meses. Este tiempo puede ser ampliado por periodos no superiores a un mes, completando un total de hasta cuatro meses.

Durante ese periodo, los trabajadores sociales tramitarán el expediente de dependencia. Una vez cumplido ese plazo, y ya con la resolución del grado de dependencia que le corresponde, serán los trabajadores sociales quienes valoren el recurso social que mejor se acomode a las necesidades de la persona: volver a su domicilio, ayuda a domicilio, centro de día, centro residencial… En todos los casos, se les garantiza la continuidad de los cuidados.

Este recurso, que será gestionado por la Gerencia Regional de Salud y por la Gerencia Regional de Servicios Sociales, no sólo ofrecerá garantías de una atención de calidad a las personas que lo precisen, más acorde con sus necesidades sanitarias y sociales, sino que supondrá una gestión más eficiente de los recursos disponibles. Y es que una estancia en una de estas unidades resulta un 70 % más barata que si permaneciera en un hospital de agudos tradicional.

El consejero de Sanidad ha explicado, en este punto, que el ingreso en una de estas unidades de convalecencia sociosanitaria evitará estancias inadecuadas y prolongadas innecesariamente en centros hospitalarios sin que la situación clínica del paciente lo requiriera. No en vano, la prolongación inadecuada de las estancias hospitalarias una vez concluido el objeto del ingreso hospitalario, tiene repercusiones para el paciente y para la propia institución, no sólo por el aumento de costes que eso provoca sino por el bloqueo de los dispositivos sanitarios.

Para un mejor aprovechamiento del recurso y una óptima coordinación, se creará una comisión de seguimiento, que se encargará de velar por el correcto desarrollo de las actuaciones previstas en el convenio, determinará el procedimiento de acceso a estas unidades y, entre otras funciones, establecerá un sistema conjunto de recogida de información, evaluación y seguimiento de la actividad. Estará formada por seis miembros -tres de ellos en representación de la Gerencia Regional de Salud y otros tres en representación de la Gerencia Regional de Servicios Sociales-.


Experiencia piloto

Este compromiso llega después de que ambas Consejerías hayan pilotado con éxito, desde el 1 de agosto de 2012, este nuevo tipo de unidades en la residencia asistida para personas mayores 'La Rubia', en Valladolid. Durante ese tiempo han sido atendidas un total de 35 personas, con una estancia media de 80 días y un tiempo medio de acceso de 7 días.

Como ejemplo, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades se ha referido al caso de una persona mayor con rotura de cadera, que carece de cuidador en su casa y que, por lo tanto, no puede acudir de forma ambulatoria a rehabilitación. Una vez que el personal técnico del hospital detecta esta situación, informa a la persona y a su familia de la posibilidad de concluir el proceso de rehabilitación en una Unidad de Convalecencia Sociosanitaria.

Durante su estancia en la Unidad, se prepara el recurso social que mejor se adapta a sus necesidades para el momento en que reciba el alta en esta Unidad. En este caso, pese a la rehabilitación, la persona no puede continuar en su domicilio por su nivel de dependencia y precisa de un recurso residencial. Por su capacidad económica y la prestación vinculada que le corresponde puede adquirir ese servicio. Se le informa de los distintos centros que pudieran ser de su interés, y a la salida de la Unidad de Convalecencia Sociosanitaria ya tiene su nueva resolución de Dependencia y tramitado su cambio de prestación.


Un paso más en la coordinación sociosanitaria

Esta iniciativa es un paso más dentro del protocolo en materia de coordinación sociosanitaria que suscribieron la Consejería de Sanidad y la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades el 28 de octubre de 2011. Y todo en la búsqueda de soluciones que proporcione a la persona una atención más acorde a sus necesidades sanitarias y sociales, pero que también aporten una mayor eficiencia de los recursos públicos.

El convenio se enmarca dentro de la Estrategia de Atención al Paciente Crónico, cuyo principal objetivo es el de adaptar la atención sanitaria y social a la nueva realidad de la población de Castilla y León, en la que 1.145.000 personas están considerados como enfermos crónicos y requieren de una atención que nada tiene que ver con la que se presta a los que padecen procesos agudos. Atender correctamente a los enfermos crónicos constituye un factor imprescindible para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, y la coordinación con los servicios sociales es uno de sus pilares básicos.