La normativa estatal (Real Decreto 183/ 2008, de 8 de febrero, por el que se determinan y clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada) y la autonómica (Decreto 75/2009, de 15 de octubre, por el que se regula la ordenación del sistema de formación sanitaria especializada en el ámbito de la Comunidad de Castilla y León) recogen la necesidad de garantizar unas competencias básicas en el tutor, así como la función de la administración sanitaria de facilitar la participación del tutor en programas específicos de formación relacionados con la mejora de la competencia en áreas de práctica clínica y en metodologías docentes, tales como las actividades relacionadas con el conocimiento y aprendizaje de métodos educativos, técnicas de comunicación, metodología de la investigación, gestión de calidad, motivación, aspectos éticos de la profesión o aspectos relacionados con los contenidos del programa formativo.


La formación continuada del tutor y la formación específica en metodologías docentes son valoradas como criterios de idoneidad para el nombramiento como tutor de residentes y también se contempla como requisito dentro del sistema de acreditación y reacreditación de tutores de la comunidad autónoma.


Con esta finalidad se ha elaborado la Guía básica del tutor de FSE, una guía elaborada por profesionales implicados en la Formación Sanitaria Especializada desde diferentes perfiles y que pretende ofrecer una visión global de los aspectos esenciales a los que se enfrenta un profesional de nuestra comunidad cuando ejerce funciones de tutorización.


Se trata de una guía básica, lo que le dota de especial utilidad para los profesionales que inician su andadura como tutores, en la que encontrarán información esencial sobre aspectos como la estructura docente, la evaluación del residente, las herramientas de investigación, las habilidades de comunicación y una simplificación de la regulación normativa en la materia, teniendo en cuenta que Castilla y León fue pionera en su día al establecer la regulación autonómica de la Formación Sanitaria Especializada.