La hemofilia es un problema hemorrágico. Las personas con hemofilia (PCH) no sangran más rápido de lo normal, pero pueden sangrar durante un período más prolongado porque su sangre no contiene una cantidad suficiente de factor de coagulación. El factor de coagulación es una proteína de la sangre que controla el sangrado.

La hemofilia se considera un trastorno poco común. El tipo más común de hemofilia se llama hemofilia A. Las personas con hemofilia A no tienen suficiente factor de coagulación VIII (ocho). Aproximadamente 31 de cada 100,000 varones tienen hemofilia A. Otro tipo de hemofilia menos común se llama hemofilia B. las personas con hemofilia B no tienen suficiente factor de coagulación IX (nueve). Aproximadamente 4 de cada 100,000 varones tienen hemofilia B. El resultado para personas con hemofilia A o B es el mismo; es decir, sangran durante un tiempo mayor al normal.

Durante muchos años, la gente pensaba que solamente los hombres y los niños (es decir, los varones) podían tener síntomas de hemofilia, tales como hemorragias en general y específicamente hemorragias en las articulaciones, mientras que las mujeres "portadoras" del gene de la hemofilia no presentaban síntomas hemorrágicos. Ahora sabemos que muchas mujeres y niñas presentan síntomas de la hemofilia.



Publicado por la Federación Mundial de Hemofilia (FMH) © World Federation of Hemophilia, 2023.