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Día Mundial de la Hepatitis

Una vida, un hígado



¿Qué es la Hepatitis?

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por diversas razones, como infecciones virales, consumo excesivo de alcohol, enfermedades autoinmunes o el abuso de ciertos medicamentos y sustancias tóxicas. El hígado es un órgano vital que cumple una amplia variedad de funciones, desde desintoxicar el organismo hasta ayudar en la digestión de los alimentos y almacenar energía. Por lo tanto, mantener la salud hepática es fundamental para el bienestar general.


Tipos de Hepatitis

Existen varios tipos de hepatitis, cada uno causado por diferentes agentes y con distintas características. Los más comunes son:

1. Hepatitis A (VHA): Se transmite principalmente a través del consumo de alimentos o agua contaminados con heces que contienen el virus. También puede propagarse por el contacto cercano con una persona infectada. La hepatitis A suele ser una enfermedad aguda y, en la mayoría de los casos, se resuelve sin complicaciones graves. La vacuna contra la hepatitis A está disponible y es efectiva para prevenir la infección.

2. Hepatitis B (VHB): La transmisión del virus de la hepatitis B ocurre por contacto con sangre o fluidos corporales de una persona infectada, como relaciones sexuales sin protección, compartir agujas para inyectarse drogas o de madre a hijo durante el parto. La hepatitis B puede ser aguda o crónica, y la última puede llevar a problemas hepáticos graves, como cirrosis o cáncer de hígado. La vacuna contra la hepatitis B es una forma segura y efectiva de prevenir la infección.

3. Hepatitis C (VHC): Al igual que la hepatitis B, la hepatitis C se transmite principalmente por contacto con sangre infectada. Compartir agujas para drogas intravenosas y el uso de equipo médico no esterilizado son factores de riesgo importantes. La mayoría de las personas con hepatitis C desarrollan una infección crónica que puede dañar el hígado con el tiempo, y en algunos casos, puede llevar a cirrosis y cáncer hepático. No hay una vacuna específica para la hepatitis C, pero existen tratamientos eficaces que pueden curar la infección en muchas personas.

4. Hepatitis D (VHD): Esta forma de hepatitis solo puede ocurrir en personas que ya tienen hepatitis B. La coinfección de hepatitis B y D puede causar enfermedades hepáticas más graves que la infección con uno solo de estos virus. La prevención de la hepatitis B mediante la vacunación también protege contra la hepatitis D.

5. Hepatitis E (VHE): Similar a la hepatitis A, la hepatitis E se transmite principalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados con heces que contienen el virus. En general, la hepatitis E es una enfermedad aguda y, en la mayoría de los casos, se resuelve por sí sola. Sin embargo, puede ser más grave en mujeres embarazadas, especialmente en el tercer trimestre. No existe una vacuna específica para la hepatitis E.


HEPATITIS_PAGImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoHEPATITIS_PAG

Solo tenemos una vida y un único hígado. La hepatitis puede destruir ambos. Nuestro hígado trabaja silenciosamente realizando más de 500 funciones vitales cada día para mantenernos con vida. Por esta razón, es fundamental priorizar la salud hepática y conocer nuestro estado en relación con la hepatitis.


Además de conocer nuestro estado respecto a la hepatitis y buscar tratamiento, es crucial reducir el consumo de alcohol, mantener un peso saludable, tratar la hipertensión y controlar la diabetes para mantener un hígado sano. Los beneficios de tener un hígado sano incluyen vivir más tiempo, proteger a nuestros seres queridos de la hepatitis y salvaguardar el funcionamiento de otros órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones, que dependen del hígado para funcionar adecuadamente.


La hepatitis vírica sigue matando a más de un millón de personas cada año.

  • Combinadas, la hepatitis B y la hepatitis C causan 1,1 millones de muertes y 3 millones de nuevas infecciones cada año.
  • Diariamente se producen más de 8000 nuevas infecciones de hepatitis B y C. Es decir, más de 5 infecciones por minuto.
  • Si la trayectoria actual continúa, en 2040 la hepatitis vírica matará anualmente a más personas que el paludismo, la tuberculosis y el VIH/Sida juntos.

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La infección por hepatitis es silenciosa y la concienciación sobre la salud hepática es escasa. La mayoría de los síntomas solo aparecen cuando la enfermedad está avanzada, lo que da lugar a un enorme volumen de personas no diagnosticadas que viven con hepatitis. Incluso cuando se diagnostica la hepatitis, el número de personas que reciben tratamiento es increíblemente bajo.



La COVID-19 ha frenado el progreso de la respuesta mundial a la hepatitis en los últimos años. Sin embargo, el éxito continuado en la reducción de las infecciones por hepatitis B en niños demuestra que es posible avanzar. Ahora es el momento de dar prioridad a las pruebas y al tratamiento para conseguir un mundo sin hepatitis y cumplir nuestros objetivos para 2030.