Existen algunos hábitos nocivos que pueden hacer que la enfermedad evolucione de forma más rápida hacia la cirrosis como son el consumo elevado de alcohol, de tabaco y el sobrepeso.

Por tanto, se recomiendan unos hábitos de vida saludables como son:

  • Absténgase de consumir bebidas alcohólicas.
  • No fume.
  • Mantenga un peso cercano al ideal.

La realización de actividad social y laboral normal y de ejercicio físico no producen ningún deterioro de la función del hígado, por lo que se recomienda que mantenga sus costumbres habituales, evitando algunas conductas de riesgo (ver apartado de causas y factores de riesgo de la enfermedad).

No están indicados los denominados "protectores hepáticos", ni los productos de herboristería, de nula eficacia, y que sí podrían originarle algún efecto adverso. La función del hígado es prácticamente normal en los pacientes con una hepatitis C crónica, por lo que el consumo de medicamentos no tiene más riesgo que en el resto de la población. Tan sólo en las fases avanzadas de la enfermedad (cirrosis), en las que la función del hígado puede haberse deteriorado, se deben evitar algunos medicamentos. Al igual que en el resto de la población, si usted padece hepatitis C, no debe automedicarse, sino acudir a su médico e informarle de su enfermedad de base para que éste le prescriba un tratamiento adecuado.

"Para cualquier consulta la mejor fuente de información son los médicos, enfermeras y farmacéuticos que le atienden. Ellos conocen su situación concreta y le aconsejarán. No dude en preguntar"