La conducta suicida es un problema de salud pública a nivel mundial. Según los últimos datos de la OMS, cada año se suicidan en torno a 800.000 personas en el mundo, siendo la tasa de mortalidad anual estimada de 10,7 por 100.000 habitantes. El suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes (rango de edad de 15 a 29 años), y la tercera causa si consideramos el grupo de edad de 15 hasta los 44 años.

En España el suicidio es la primera causa de fallecimiento no natural desde hace 12 años. En nuestra Comunidad a pesar de la mejora de los tratamientos y de los servicios de asistencia psiquiátrica y salud mental en las últimas décadas, el suicidio continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública.

La ideación suicida es un tema difícil de abordar, debido en gran parte a la heterogeneidad y falta de una definición específica. El estudio de las conductas suicidas en todas sus formas ha presentado dificultades debido al componente de estigmatización, es necesario comenzar a estudiar a la población buscando conocer la magnitud del problema, y cómo reconocerlo, para poder abordarlo desde los primeros signos de alarma.

El suicidio se puede evitar (OMS), y el conjunto de factores que llevan a un individuo a realizar cualquier conducta suicida se puede y se debe reconocer mucho antes…por eso necesitamos conocer y comprender lo que está ocurriendo en nuestra población.


Los Objetivos Generales de este estudio son: primero estimar la incidencia de los suicidios e intentos de suicidio expresando los resultados desagregados por sexo y rangos de edad. Y segundo describir los factores de riesgo en la población que ha cometido un suicidio, intento de suicidio o que manifiesta/refiere ideas suicidas en la consulta de atención primaria, con especial atención a las diferencias por género.