• La Junta de Castilla y León ha desarrollado concretamente 7.041 actuaciones inspectoras entre enero y septiembre del presente ejercicio, de las que han resultado 176 expedientes instruidos y 113 sanciones propuestas por los Servicios Territoriales de Sanidad

  • 37.320 castellanos y leoneses han accedido a lo largo de este año a los tratamientos de deshabituación tabáquica que ofrece SACYL



La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Sanidad y en el marco de las acciones desarrolladas para aplicar la Ley 42/2010 de medidas sanitarias frente al tabaquismo, ha llevado a cabo, durante los tres primeros trimestres del año 2011, un total de 7.041 inspecciones.


Fruto de esta labor inspectora y como consecuencia de los incumplimientos detectados a la legislación nacional reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, se han instruido 176 expedientes sancionadores, de cuya tramitación han derivado 113 sanciones.


Actuaciones en materia de control del tabaco

(Entre enero y septiembre de 2011)


Av.

Bu.

Le.

Pa.

Sa.

Sg.

So.

Va.

Za.

Total

Inspecciones

265

2.792

349

360

641

701

278

1.162

493

7.041

Expedientes *

27

56

59

14

20

8

2

38

12

176

Sanciones

17

33

0

5

9

12

2

23

12

113

* Varios expedientes se encuentran en fase de tramitación, comunicación y/o alegación, sin que se haya incoado aún la correspondiente sanción si la hubiere.


La Ley 42/2010, que entró en vigor a principios de enero del presente año 2011, centra sus cambios respecto a la legislación anterior en la prohibición de fumar en establecimientos públicos cerrados y en cualquier ámbito laboral.


La labor inspectora en relación con el tabaco que se desarrolla en la Comunidad de Castilla y León responde a una doble motivación: por un lado, dar respuesta a las denuncias presentadas ante los correspondientes órganos competentes; y por otro, atender a la planificación de inspección y de control de la Consejería de Sanidad y que supone que los distintos servicios territoriales, a través de sus inspectores, alcancen el número mensualmente previsto de visitas a establecimientos de distinta índole, durante las cuales se comprueba el cumplimiento de la legislación vigente.


En ambos casos, los inspectores de la Junta realizan la oportuna acta, en la que se informa de las posibles deficiencias y, en su caso, puede dar lugar a la apertura del correspondiente expediente sancionador que, dependiendo de los aspectos incumplidos, originará sanciones leves, graves y muy graves, cuya órgano sancionador y cuantía está estipulado por la normativa vigente, quedando siempre la opción del recurso ante la vía contencioso-administrativa.



MÁS DEL DOBLE


Junto al cumplimiento de la normativa nacional y autonómica sanitaria frente al tabaquismo, la Junta oferta a los fumadores la opción de acceder a los tratamientos de deshabituación tabáquica que SACYL incorpora en su cartera de servicios de Atención Primaria.


Entre los meses de enero y octubre del presente año, 37.320 personas han participado en esta prestación asistencial del Sistema Regional de Salud.


La cifra supone que, respecto al primer semestre de 2011, en el que los castellanos y leoneses que habían accedido a la deshabituación fueron 17.721, el incremento de personas que intentan dejar de fumar a través de SACYL se ha incrementado en más del 100%, hasta superar los 37.000 ciudadanos.


El reparto por áreas de salud de los tratamientos demandados en 2011, incluido el presente mes de octubre, es el siguiente: ÁVILA, 541 (300 en el primer semestre de este años); BURGOS, 1.535 (1.080); LEÓN, 8.312 (3.250); EL BIERZO, 2.612 (1.437); PALENCIA, 1.353 (830); SALAMANCA, 7.070 (2.602); SEGOVIA, 4.490 (2.547); SORIA, 1.577 (1.076); VALLADOLID "ESTE", 3.274 (2.518); VALLADOLID "OESTE", 5.073 (1.575); y ZAMORA, 1.483 (506).


El hábito tabáquico constituye uno los principales problemas de salud pública en las sociedades avanzadas, suponiendo asimismo una gran carga asistencial a los servicios sanitarios, con el importante coste económico que conlleva y que afecta a la sostenibilidad del sistema sanitario público.


El tabaquismo tiene una relación directa y comprobada con procesos cancerígenos de muy diversa índole y con la mortalidad a ellos asociada, generalmente elevada; fumar, además, se asocia también con otras enfermedades cardíacas y respiratorias que no sólo ocupan los puestos más altos en cuanto a causas de muerte en España y en los países de su entorno sino que menoscaban muy seriamente la calidad de vida de las personas que las sufren.


Desde la responsabilidad sanitaria, cualquier medida que reduzca la incidencia del tabaquismo y permita limitar conductas que favorezcan la acción social de fumar no pueden ser más que apoyada, en beneficio del conjunto de la sociedad y de cada uno de los ciudadanos y su salud.