El consumo de tabaco, representa unos de los principales factores de riesgo de infarto de miocardio, de cáncer de pulmón y de bronquitis crónica entre otros. El tabaco acelera el ritmo del corazón, aumenta la presión arterial y estrecha la luz de las arterias aumentando el riesgo de infarto, trombosis cerebral y mala circulación de las piernas.

El tabaco es más peligroso en las personas con hipercolesterolemia familiar. La expectativa de vida disminuye en estas personas de 12 a 15 años. Esto se debe a que aumenta unas 4 veces el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria. Por lo tanto, el abandono del tabaco es especialmente beneficioso en las personas con hipercolesterolemia familiar.


El abandono del hábito de fumar requiere preparación y mentalización personal. Establezca una fecha concreta para dejar de fumar, procurando que nada lo modifique. Ayúdese realizando algo de ejercicio, bebiendo más agua y evitando la fatiga y solicite el consejo de su médico.