La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad febril leve que puede progresar a un cuadro hemorrágico grave y a menudo mortal. Actualmente se considera una enfermedad emergente en países de Europa oriental y una de las enfermedades trasmitidas por garrapatas con mayor extensión a nivel mundial.

Está producida por un virus virus del género Nairovirus (familia Bunyaviridae) transmitido por la picadura de una garrapata infectada, las del género Hyalomma son las más eficientes, o por contacto con la sangre y los tejidos de ganado infectado. La transmisión de persona a persona puede producirse por el contacto con fluidos o excreciones de pacientes sintomáticos o por fómites.

La evolución de esta infección en el ser humano es característica y presenta cuatro fases diferentes: incubación, prehemorrágica, hemorrágica y periodo de convalecencia. Pero estudios serológicos realizados en países endémicos indican que la infección en el ser humano puede cursar de forma asintomática, si bien es difícil establecer en qué porcentaje.

En España, desde 2010 se ha detectado circulación del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en garrapatas capturadas en la provincia de Cáceres. En septiembre de 2016 se diagnosticó el primer caso humano, asociado al contacto con una garrapata en la provincia de Ávila y un segundo caso en un profesional sanitario que le atendió en la Comunidad de Madrid. En estudios posteriores se ha confirmado la presencia de virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en garrapatas capturadas sobre animales silvestres en municipios de siete comarcas estudiadas de las Comunidades Autónomas de Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León y Madrid.

Se recomienda reforzar la prevención de picaduras por garrapatas en las zonas de riesgo, difundir información sobre las medidas para evitar la transmisión de la enfermedad, y realizar vigilancia activa de la enfermedad en humanos con el fin de detectar de forma precoz posibles casos y limitar su propagación.

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