Estos consejos han sido elaborados en colaboración con la Sociedad castellano leonesa de alergología e inmunología clínica.


  • Se debe incluir en el tratamiento la formación del paciente en sus cuidados.
  • El paciente debe estar informado de su enfermedad, conociendo cómo se realizan el diagnóstico, el tratamiento y la prevención.
  • Se debe potenciar la responsabilidad del paciente sobre su enfermedad, de forma que comprenda que implica un cambio de hábitos para hacer una vida más saludable.
  • El médico debe potenciar el papel de educador en la relación con el paciente, debe motivarle para modificar hábitos no saludables y mantener el tratamiento correctamente el tiempo necesario.
  • Debe adiestrarse a los pacientes, en su caso, en la utilización de inhaladores, cámaras, registros de medidas, medidores de flujo máximo, uso de filtros, etc.
  • La principal medida de prevención es evitar la presencia y el contacto con los alérgenos (el polen).
  • Los niveles de polen son una herramienta útil para informar a la población con alergia al polen. También es útil para el médico el poder diferenciar si la rinoconjuntivitis que padece el paciente alérgico es por sus sensibilizaciones o por otras causas (por ejemplo infecciosa).