La listeriosis es un enfermedad infecciosa producida por una bacteria llamada Listeria monocytogenes. Esta bacteria es muy resistente en el medio ambiente y también en los alimentos, incluso refrigerados, por lo que es fundamental su control.

La listeriosis no es una enfermedad frecuente, y en la mayoría de casos tampoco es grave, la sintomatología es similar a la de la gripe o la de una gastroenteritis. Sin embargo, en embarazadas, personas mayores, niños pequeños y personas inmunodeprimidas, la enfermedad puede ser grave y causar meningitis y encefalitis. En las mujeres embarazadas puede originar un aborto.

El contagio de la listeriosis se produce por consumo de alimentos contaminados por la bacteria, pero no de persona a persona, salvo en el caso de embarazadas que pueden transmitirlo al feto a través de la placenta. Además, las personas que trabajan en veterinaria y ganadería deben tener precaución para prevenir el contagio desde animales enfermos. El tiempo de incubación, desde que la bacteria entra al organismo hasta que produce enfermedad es normalmente de 3 semanas pero puede llegar hasta 70 días.

En las últimas semanas se está produciendo un brote de listeriosis por contaminación de una serie de lotes de carne mechada de marca "La Mechá", de la empresa "Magrudis" de Sevilla. Por precaución, se están retirando todos los productos de dicha marca (entre ellos: carne mechada, chicharrón andaluz, lomo al jerez y lomo al pimentón). Si usted tiene algunos de esos productos en su casa, debe evitar su consumo y advertirlo al establecimiento donde lo haya adquirido. Si los ha consumido y tiene algún síntoma relacionado con la enfermedad debe comunicarlo a su médico cuando acuda a consulta.

Más allá del brote actual, atribuido a productos de esta empresa, existen una serie de medidas preventivas generales para prevenir la listeriosis, en particular en mujeres embarazadas y en personas con deficiencias inmunitarias: evitar el consumo de alimentos preparados para consumir sin ser cocinados, así como de carnes poco cocinadas, de restos de comidas sin calentar, de verduras y frutas no lavadas, o de productos lácteos no pasteurizados.