Introducción y justificación

Las enfermedades cardiovasculares continúan encabezando las principales causas de muerte en nuestro país, por encima de otras enfermedades como el cáncer. En Castilla y León originaron en 2010 el 31,1 % de los fallecimientos, el 35,9% en las mujeres, siendo la primera causa, y el 26,8% en los hombres. En las mujeres destacan las ocurridas por enfermedades cerebrovasculares (8,9%), y en los hombres, las enfermedades cerebrovasculares (6,1%) y el infarto agudo de miocardio (5,9%).

Las enfermedades cardiovasculares tienen un origen multifactorial. Algunos factores de riesgo están relacionados con el estilo de vida, como el consumo de tabaco (primera causa de mortalidad evitable), la falta de actividad física y los hábitos alimentarios, y por lo tanto son modificables. Otros factores involucrados en estas enfermedades pueden ser controlados cuando aparecen, como la presión sanguínea elevada, la diabetes mellitus tipo 2 y las dislipemias.

En 2004 se inició el estudio del Riesgo de Enfermedad Cardiovascular en Castilla y León (RECCyL), que se unía a las investigaciones sobre estas enfermedades y sus factores de riesgo que estaba desarrollando la Red Centinela Sanitaria, cuyo mayor exponente es la Cohorte de Diabetes de Castilla y León. Según estos estudios, en la población de Castilla y León entre 35 y 74 años nos encontramos con un 44% de hombres y 39% de mujeres hipertensos. La hipercolesterolemia afectaba al 33% de varones y al 28% de las mujeres. Además el número de fumadores era de 34% y 20% respectivamente. La diabetes y la obesidad, dos riesgos que suelen ir muy asociados se encontraron en el 11% y 26% de los hombres y en el 7% y 28% de las mujeres.

En el año 1994 la Red Centinela Sanitaria realizó un estudio sobre cardiopatía y arteriopatía periférica en el que se estimó una incidencia de angina de pecho de 333 casos por 100.000 h., de infarto agudo de miocardio de 223 por 100.000 h. y de arteriopatía periférica de 255 por 100.000 h. La hipertensión arterial, la obesidad y la hiperlipemia aparecían como los factores de riesgo más prevalentes en estos pacientes.

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y la más reciente literatura científica destacan un ligero descenso de las enfermedades cardiovasculares atribuible a las campañas de prevención y concienciación del impacto de este problema de salud.

Objetivos

  1. Estimar la incidencia de nuevos diagnósticos de cardiopatía y arteriopatía periférica en la población de Castilla y León.
  2. Estudiar la variación en el perfil del paciente con respecto a los datos de 1994.
  3. Comparar los niveles de riesgo cardiovascular de estos pacientes con la población general de Castilla y León (estudio RECCyL)

Metodología

Criterios de inclusión.

Angina de pecho estable. Uno de los siguientes criterios:

  1. Dolor torácico o referido a otras partes del cuerpo (mandíbulas, hombros, espalda o brazos) compatible con angina de pecho desencadenado principalmente por el esfuerzo y aliviado por el reposo o la administración sublingual de nitroglicerina.
  2. Demostración electrocardiográfica, en reposo o esfuerzo de isquemia cardiaca.

Angina de pecho inestable.

Dolor torácico de localización similar la angina de pecho estable, pero que ha variado su intensidad (mayor) o se desencadena sin situaciones precipitantes o sin esfuerzos.

Infarto agudo de miocardio. Dos de los siguientes criterios:

  1. Dolor característico de la isquemia de miocardio que dure más de 15 minutos.
  2. Alteraciones electrocardiográficas del segmento ST o nueva Q.
  3. Elevación de enzimas cardíacas en sangre.


Incluye: Infarto de miocardio agudo, hasta las 4 primeras semanas (28 días) del comienzo.

Excluye: Infarto agudo de miocardio antiguo/cicatrizado.


Enfermedad vascular periférica.

  1. Arteriosclerosis obliterante (claudicación intermitente, espasmos arteriales)


    Uno de los siguientes:

    a. Signos y síntomas de isquemia tisular por obstrucción, excluyendo las arterias cerebrales, cardiacas, intestinales, renales y pulmonares.

    b. Demostración instrumental de obstrucción arterial, excluyendo las arterias cerebrales, cardiacas, intestinales, renales y pulmonares.

  2. Tromboangeitis obliterante (Enfermedad de Buerger).
    Enfermedad obliterante caracterizada por la presencia de alteraciones inflamatorias en las arterias y las venas de pequeño y mediano calibre.
  3. Otras enfermedades vasculares periféricas como acrocianosis, eritromelalgía, acroparestesias, eritrocianosis, que no pertenecen a apartados anteriores.

Instrucciones del formulario

  1. Se consignaran los 11 dígitos del CIP, la fecha de nacimiento y el sexo. Si se desea, se puede utilizar la etiqueta que genera el TAIR que lleva el nombre y CIP del paciente y el nombre y CIAS del médico. En ese caso sólo es necesario consignar la semana y fecha de envío del formulario.

  2. Las preguntas del formulario pueden tener respuesta única o múltiple, según se especifica.

  3. DATOS DE LA ÚLTIMA ANAMNESIS Y EXPLORACION, se refieren a los antecedentes del paciente antes de sufrir el evento cardiovascular y no a los datos recogidos en el momento del diagnóstico.

  4. FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR se refieren a los antecedentes conocidos del paciente antes de sufrir el evento cardiovascular y no a los datos recogidos en el momento del diagnóstico. Se anotará si era hipertenso, diabético o hipercolesterolémico. Si se conoce, la fecha de los diagnósticos y las últimas cifras registradas en la HC.

    Antecedentes familiares: Si alguno de los dos progenitores o hermanos tienen o han tenido hipertensión, diabetes, antecedentes de infarto o antecedentes de trombosis/embolia.

    Se considerará bebedor de riesgo cuando se consumen más de 280gr/semana los hombres y más de 168gr/semana las mujeres, lo que equivale a 28 unidades de alcohol/semana en los hombres y 16 unidades de alcohol/semana en las mujeres. (Una unidad es un vaso de vino, cerveza…etc.)

  5. ANTECEDENTES DE MEDICACIÓN Y DIETA, se refieren a los tratamientos del paciente antes de sufrir el evento cardiovascular y no a los que se instauran el momento del diagnóstico.

  6. Si el paciente ha fallecido como consecuencia de un evento cardiovascular agudo, indique las horas transcurridas desde el inicio de síntomas hasta el fallecimiento.