El director general de Asistencia Sanitaria, José María Pino, intervienen en el Congreso

La coordinación entre niveles sanitario y social, clave para el futuro de los pacientes crónicos

La mesa "Del hospital, ¿hacia dónde?" plantea los retos que han de afrontar los sistemas sanitarios actuales para lograr una mejor eficiencia que, incrementando la calidad asistencial, garantice la sostenibilidad de las prestación socio-sanitaria

El director general de Asistencia Sanitaria de la Junta de Castilla y León, José María Pino Morales, interviene en el VI Congreso Nacional de Atención Socio-sanitaria y, más concretamente, en la mesa de expertos titulada "Del hospital, ¿hacia dónde?" , en la que el responsable asistencial de SACYL compartirá intervenciones con el director del Instituto Vasco de Innovación Sanitaria, Roberto Nuño Solinis y con la directora de Organización y Gestión Asistencial del Grupo "Ribera Salud", Elisa Tarazona Ginés, moderados por la senadora por Zamora, Elvira Velasco Morillo.

En su intervención, el director general de Asistencia Sanitaria ofrece una visión sobre la situación actual de la atención socio-sanitaria en la Comunidad, caracterizada por un principio de continuidad en la asistencia, con la finalidad de garantizar la prestación de servicios adaptados a las necesidades complejas y mixtas que puedan presentar los ciudadanos que componen la población diana de estas prestaciones: mayores dependientes, personas con enfermedades crónicas, con enfermedades terminales y pacientes con enfermedades graves cronificadas.

Estos pacientes crónicos, en su mayoría por encima de los 60 años, tiene diagnósticos previos de enfermedades incurables, lo que no quiere decir que sean siempre graves, en muchos casos con pluri-patologías y precisando una continuidad asistencial a lo largo de su vida, de manera que el conjunto de este grupo de asistidos suponen el 70% del gasto sanitario total cuando vienen a sumar el 15% de los pacientes atendidos.

Otras características que definen la gestión asistencial de los pacientes crónicos es que su frecuenciación hospitalaria, en los varones de más de 85 años, multiplica por diez la del grupo de edad entre quince y 34 años; suponen el 80% de las consultas realizadas; tienen estancias medias hospitalarias más elevadas; y cada persona de entre 65 y 74 años presenta una media de 2,8 problemas o enfermedades crónicas, cifra que se eleva hasta el 3,2 en los mayores de 75 años.

Más datos que definen la relevancia para el sistema sanitario de la gestión de los pacientes crónicos son que más del 28% de los ingresos hospitalarios corresponden a personas de 75 años o más, con un porcentaje de crecimiento anual del 7%; y que entre los cinco principales motivos de ingreso, tres de ellos (problemas respiratorios, circulatorios y neoplasias) son claramente enfermedades crónicas, son la mitad de los ingresos correspondientes a personas mayores de 65 años.

Esta situación orienta el actual modelo asistencial hacia una atención de los pacientes crónicos basada en el tratamiento de cada paciente en el lugar más adecuado en cada momento y en la mejora de la calidad asistencial, para, en definitiva, incrementar la calidad de vida de las personas.

Se trata, no sólo de alcanzar la más correcta gestión de los recursos -que algunos estudios sitúan en unos 1.500 millones de euros el ahorro que podría llegar a suponer la coordinación socio-sanitaria-, sino de ofrecer las mejores opciones a los pacientes y, en este sentido, el III Plan de Salud de Castilla y León y el III Plan Socio-sanitario de Castilla y León, que está en fase de elaboración, plantea un modelo de atención a los enfermos crónicos basado en tres líneas estratégicas:

  • Orientado a la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas.
  • Enfocado a una atención integral.
  • Facilita un marco estratégico integrador de numerosas actividades e intervenciones concretas.

Actualmente, la cartera de servicios en Atención Primaria ya determinada servicios específicos para los pacientes crónicos (hipertensos, diabéticos, dislipémicos, E.P.O.C, inmovilizados, terminales, programa de atención a ancianos en riesgo, pacientes con demencia, atención al cuidador familiar, educación en salud a grupos ciudadanos,...) y otros programas asistenciales como los equipos de soporte de atención domiciliaria, unidades de día y consulta de atención inmediata, los equipos de coordinación socio-sanitaria de base y las comisiones de coordinación asistencial.

En el ámbito de Atención Especializada, el Sistema de Salud de Castilla y León dispone de 7.282 camas hospitalarias en centros públicos, con un ratio de 2,92 camas por cada 1.000 habitantes -la media nacional está en 2,52-, además de cinco unidades de hospitalización a domicilio, una de las cuales corresponde la Hospital "Virgen de la Concha" de Zamora.

Aspecto destacable también en este ámbito de la asistencia a personas crónicas es el Programa de mejora de la atención farmacéutica en centros residenciales de personas mayores, cuyos dos objetivos fundamentales son la mejora de la atención farmacéutica de los residentes y la optimización de los recursos.

ACTUACIONES DE FUTURO

La evolución de este modelo asistencial centrado en la atención de los pacientes agudos ha de pasar por la potenciación de los recursos sociales que presten una atención sanitaria básica de los paciente, siempre desde una perspectiva orientada a la coordinación entre los niveles asistenciales; un enfoque integral de la atención; y la disponibilidad de nuevos recursos, como la historia clínica única e informatizada.

Otros ámbitos en los que afrontar actuaciones de futuro son la potenciación de la capacidad resolutiva de la Atención Primaria; incrementar las unidades específicas hospitalarias; extender una cultura de gestión por procesos; y afrontar nuevos perfiles profesionales, por medio de la identificación, formación y capacitación de un conjunto óptimo de recursos humanos y perfiles profesionales que permitan desarrollar el concepto de asistencial integral, siendo para ello clave en personal de Enfermería, en el que destacaría, dos figuras: la enfermera de enlace, que asume tareas de coordinación entre niveles asistenciales, especialmente al alta del paciente; y la enfermera gestora de casos, responsable de la continuidad de la atención tras el alta de pacientes complejos y de la coordinación entre los recursos sanitarios y sociales.