Incendio (Imagen IA)Incendio (Imagen IA)


La calidad del aire ha empeorado en varias zonas de Castilla y León a consecuencia de los incendios forestales.

El humo de los incendios es una mezcla de gases y partículas microscópicas que pueden irritar ojos y vías respiratorias, además de agravar enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas.

Los colectivos más vulnerables son bebés, niños, mujeres embarazadas, personas mayores y pacientes con asma, enfisema pulmonar, E.P.O.C. o problemas cardíacos.

Entre los síntomas más frecuentes por la exposición al humo destacan la tos, irritación de ojos, nariz o garganta, dificultad para respirar, dolor en el pecho, dolor de cabeza, fatiga o respiración con silbidos; incluso personas sin patologías previas pueden notar molestias cuando la concentración de humo es alta.

En caso de encontrarse en un lugar con exposición a humo, se aconseja seguir las siguientes recomendaciones para reducir sus riesgos sanitarios:

- Limitar al máximo la exposición al humo, reduciendo toda actividad al aire libre.

- Mantener puertas y ventanas cerradas.

- En salidas al exterior en zonas con humo, se recomienda utilizar mascarillas FFP2 y gafas de protección para prevenir la irritación ocular y de las mucosas.

- En caso de pertenecer a un grupo de riesgo y notar un empeoramiento de los síntomas, contactar con el médico y seguir el tratamiento prescrito.

- Seguir las indicaciones de las autoridades y estar atentos a las alertas.