Se considera que hay fiebre cuando la temperatura corporal es superior a 37ºC si se toma en la axila o en la ingle, mayor de 37,5ºC si se mide en el oído o en la boca, o mayor de 38ºC si el termómetro se coloca en el ano (rectal).

La fiebre es una respuesta del cuerpo que activa y acelera las defensas para combatir las causas que la provocan, generalmente infecciones producidas por virus o bacterias.

Es el motivo más frecuente de consulta a causa de la ansiedad que produce en los padres al asociarla siempre con gravedad, aunque es mínimo el número de niños que tienen enfermedades graves o convulsiones febriles.

¿Cómo saber si el niño tiene fiebre?

Además de la sensación de temperatura elevada al tocar al niño, hay algunos signos que pueden ayudar a detectar la fiebre: sudoración excesiva, enrojecimiento de las mejillas, cierto brillo en los ojos, está más tranquilo que de costumbre, tirita y tiene escalofríos, el corazón late más deprisa y respira más veces de las normales.

Los signos anteriores no son suficientes para saber si existe fiebre y siempre hay que comprobar la temperatura con el termómetro.

Los termómetros de mercurio deberían desecharse porque pueden romperse durante la medición y el mercurio eliminado es tóxico. Los termómetros digitales son fiables y quizá la mejor opción. Los timpánicos también son válidos.

El lugar ideal para tomar la temperatura suele estar relacionado con la edad:

  • Ano o recto: es el lugar más adecuado para poner el termómetro en los niños menores de 4 años. Se aseguran bien las piernas y se tiene colocado durante un minuto. La temperatura rectal o anal es la que más se aproxima a la del interior del cuerpo.
  • Boca: es preferible para los niños mayores, pero hay que tener en cuenta que el resultado obtenido puede variar si previamente se tomaron bebidas o comidas frías o calientes.
  • Axila: La medición no es muy fiable porque es difícil mantener colocado el termómetro tres minutos (tiempo aconsejado). La temperatura puede variar 1-2 grados con la temperatura rectal.
  • Tímpano: Se obtiene el resultado en 1-2 segundos, pero hay que aprender a manejar y adaptar bien el termómetro al oído. Se puede utilizar a partir de los 3 meses de edad.

¿Qué hacer y qué no hacer si un niño tiene fiebre?

Como la fiebre tiene efectos beneficiosos sólo se intentará hacerla descender cuando cause molestias. En este caso, los pasos a seguir son:

  • Lo primero que se debe hacer es permitir que el cuerpo pierda el calor sobrante desabrigando al niño, dejándolo vestido sólo con una camiseta, si la temperatura de la habitación es agradable (20-21ºC).
  • Si continua elevada la temperatura o el niño esta incómodo, a la vez que se le da el medicamento indicado por el pediatra y hasta que hace efecto, suele ser útil darle un baño con agua templada (30-32ºC) durante 15-30 minutos.
  • En niños mayores de 3 meses de edad se pueden administrar medicamentos antitérmicos cuando la temperatura sea superior a 38ºC en la axila o mayor de 38¿5ºC en el recto.
  • También se pueden aplicar compresas humedecidas en agua tibia por el pecho y la frente o emplear un ventilador que haga correr el aire, pero no dirigido directamente hacia el niño. ¡No utilizar nunca compresas de alcohol o colonia porque se puede intoxicar!
  • El niño con fiebre puede jugar, no tiene porqué estar en la cama si se encuentra animado, e incluso si hace buen día puede salir de casa a tomar un poco el aire, evitando los cambios bruscos de temperatura.
  • Para evitar la deshidratación por el aumento de sudoración, es conveniente aumentar el consumo de líquidos (a los lactantes, leche materna y a los más mayorcitos, líquidos azucarados). Si vomitan, se darán en tomas pequeñas y frecuentes. La mejor manera de saber si el niño está bien hidratado es comprobar que la cantidad de orina que elimina es la de siempre.

Es importante saber que:

  • Los medicamentos antitérmicos sólo bajan la temperatura corporal cuando ésta es elevada (la disminuyen alrededor de un grado al cabo de una hora de su administración).
  • No es conveniente usar dos antitérmicos de forma simultánea o alternativa.
  • Si el niño esta contento, juega y no parece afectado, la medicación no es necesaria.
  • No se aconseja usar ácido acetilsalicílico (Aspirina ®) por su asociación con una rara pero grave complicación, especialmente cuando se padece varicela o gripe, llamada "síndrome de Reye".

¿Cuándo hay que avisar al pediatra o llevar el niño a urgencias?

Se debe acudir al médico si:

  • La fiebre dura más de 48 horas.
  • La temperatura alcanza los 40ºC.
  • La fiebre es difícil de controlar.
  • Se trata de un niño menor de 3 meses.
  • El niño, además de fiebre, presenta alguno de los siguientes síntomas:
    • Sensación de enfermedad grave.
    • Parece que está ausente, con la mirada perdida.
    • Esta decaído y tiende a cerrar los ojos aun estando despierto o no somos capaces de despertarlo.
    • Parece que no tiene fuerza.
    • Llora débilmente (como gemidos) o con llanto continuo e inconsolable.
    • Mal color (pálido o morado).
    • Manchas en la piel, por pequeñas que sean.
    • Dificultad para respirar.
    • Convulsiones: movimientos anormales de la cara o de las extremidades, con o sin perdida de conciencia.
    • Dolor o rigidez de nuca.
    • Vómitos asociados a dolor de cabeza o vómitos que no ceden.
    • Dolor de barriga.
    • Molestias al orinar.