Una gran parte del aprendizaje ocurre a través del ejemplo y la imitación. Los niños pequeños aprenden de los mayores, los padres han de llevar a cabo acciones que sirvan de modelo para enseñar a sus hijos cómo hacer las cosas, o señalar el comportamiento de otros como ejemplo para la realización de algunas tareas. El resultado obtenido por la persona que hace de modelo como consecuencia de la realización de una determinada acción posibilita que un niño le imite.

En los primeros años de la vida los padres suelen ser los principales modelos adultos para los niños. A medida que crecen entran a desempeñar un importante papel los hermanos y, más tarde, los propios compañeros del colegio u otros adultos como los maestros.