• Los alimentos nuevos deben introducirse por separado, dejando transcurrir 7-10 días entre la introducción de uno nuevo y el siguiente con el fin de detectar posibles intolerancias, alergias, diarreas y dar tiempo al niño a que se acostumbre a nuevos sabores.
  • Cuando se introduce la alimentación complementaria debe ofrecerse agua.
  • No se debe añadir sal ni azúcar ya que es suficiente la que lleva la alimentación complementaria. Tampoco deben darse nunca en biberón ni añadir miel ni leche condensada por su gran poder para producir caries.
  • Mantener lactancia materna o lo aconsejado por el pediatra en niños no amamantados, sin introducir leche de vaca, al menos hasta el año.
  • A partir de los seis meses la mitad de las calorías deben provenir de la alimentación complementaria, manteniéndose un aporte de leche materna de al menos 500 medio litro al día. En niños no amamantados hay que seguir el consejo del pediatra.
  • Deben darse alimentos naturales, no precocinados, envasados ni yogures de sabores (contienen colorantes y conservantes no recomendados).
  • Cuando un alimento aún no se ha introducido, no debemos ofrecer a probar pequeñas cantidades de éste, ya que son estas pequeñas cantidades, dadas de forma repetida, las que más fácilmente harán alérgico a nuestro pequeño, pudiendo tener posteriormente una reacción alérgica grave cuando introduzcamos este alimento en mayor cantidad.