• La realización de los exámenes y pruebas diagnósticas, incluido el examen neonatal, y la aplicación de tratamientos o procedimientos terapéuticos que necesite el paciente, independientemente de que su necesidad venga o no causada por el proceso o motivo de su admisión y hospitalización.

  • Tratamientos o intervenciones quirúrgicas, dirigidas a la conservación o mejora de la esperanza de vida, autovalimiento y eliminación o disminución del dolor y el sufrimiento.

  • Tratamiento de las posibles complicaciones que puedan presentarse durante el proceso asistencial.

  • Rehabilitación.

  • Implantación de prótesis y su oportuna renovación.

  • Medicación, curas, gases medicinales, material fungible y productos sanitarios que sean precisos.

  • Alimentación, según dieta prescrita.

  • Nutrición parenteral y enteral.

  • Estancia en habitación compartida, o individual cuando las especiales circunstancias del paciente lo precisen, incluyendo los servicios hoteleros básicos directamente relacionados con la propia hospitalización.