Mediante este análisis se calcula el llamado "tiempo de protrombina", que se conoce con las siglas INR. El INR es un índice que nos indica el tiempo que tarda en coagularse la sangre de una persona. En una persona normal el INR es igual a 1. En una persona que toma un anticoagulante, el tiempo que tarda en coagularse la sangre se alarga y el INR es mayor de 1. Por ejemplo, si el INR es de 3, significa que el tiempo que la sangre tarda en coagularse es tres veces más largo de lo normal.

Si el INR está por debajo de 2, aumenta el riesgo de trombosis o embolia. Si el INR está por encima de 4, aumenta el riesgo de hemorragias. Los valores de INR entre 2 y 4 son los que tienen un menor riesgo de complicaciones.

El rango del INR puede variar de una persona a otra dependiendo de la enfermedad por la cual toma un anticoagulante.

Es muy importante que se haga los controles de INR cuando se lo diga su médico ya que es necesario mantener la dosis lo más ajustada posible y que el INR se mantenga en el rango adecuado para evitar complicaciones.