Para hacer ejercicio físico usamos dos partes (o sistemas) de nuestro cuerpo: por una parte los músculos, los huesos y las articulaciones (sistema musculoesquelético), y por otra parte, el corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones (sistema cardiorespiratorio).

El ejercicio tiene pues dos componentes principales: cardiorespiratorio y musculoesquelético, además de otros como coordinación, equilibrio..., por ello se suele hablar de dos tipos de ejercicio: ejercicios de resistencia cardiorespiratoria (caminar, nadar, bicicleta, baile...) y ejercicios de fuerza y flexibilidad musculoesquelética (yoga, gimnasia, pesas...).

No todos podemos hacer el mismo tipo de ejercicio físico. La edad, sexo, el estado de salud, el nivel de forma física, las preferencias o gustos, y los objetivos que quieras conseguir con este ejercicio físico van a determinar la actividad física más adecuada para ti.

No todos los ejercicios tienen los mismos efectos. Los más beneficiosos para nuestro corazón y en general para nuestra salud son los de tipo aeróbico como andar, correr, ir en bicicleta, natación, esquí de fondo..., todos ellos son ejercicios completos que hacen trabajar todas las grandes funciones del organismo, además de la mayoría de nuestros músculos y articulaciones.