Aunque las pruebas de imagen tienen un riesgo muy bajo de efectos adversos, la radiación debe usarse con precaución.


Las pruebas de imagen son pruebas complementarias. El profesional sanitario valorará, en función de su historial clínico y la exploración física, las pruebas que son necesarias realizar en cada caso. Como profesional le dará una información clara sobre lo que se espera obtener de ellas y la relación riesgo-beneficio.


Los niños son particularmente sensibles a la radiación ionizante. Con respecto a ellos, es muy importante ser especialmente cuidadosos.


No solicite o no insista en que le hagan, a usted o a su hijo, alguna prueba de imagen si su médico no lo considera necesario.


¡Hable con su médico o con su pediatra! Estas preguntas pueden ayudarle:


  • ¿Por qué se necesita esta prueba?
  • ¿Cuáles son las ventajas y los riesgos de esta prueba?
  • ¿Con qué frecuencia hay que realizarla?
  • ¿Hay alguna prueba alternativa que no use radiación ionizante?
  • ¿Se puede hacer esta prueba si estoy o puedo estar embarazada?

Informe a su médico acerca de los siguientes aspectos:


  • Si se ha realizado alguna prueba de imagen (usted o su hijo) recientemente. Esta información puede ser muy valiosa.
  • Si está embarazada o cree que puede estar embarazada.
  • Si está en periodo de lactancia.
  • Si padece alguna enfermedad y los medicamentos que toma.
  • Si tiene implantado alguno de estos objetos: marcapasos cardíacos o implantes desfibriladores, catéteres con elementos metálicos, clips metálicos, bombas de medicación (insulina, quimioterapia o analgesia).
  • Si tiene algún tipo de alergia o ha tenido problemas en pruebas anteriores que hayan utilizado contrastes.